El jueves, la Corte Suprema de EE UU dictó su sentencia más importante sobre derechos reproductivos desde que en 2022 anuló el caso Roe contra Wade, la histórica decisión que protegió el derecho nacional a abortar. La Corte confirmó la aprobación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU (FDA, por sus siglas en inglés) de la píldora abortiva mifepristona.
En una decisión de 9-0 en el caso de la FDA contra la Alianza para la Medicina Hipocrática (FDA v. Alliance for Hippocratic Medicine), los jueces consideraron que los demandantes de un pleito que pretendía retirar el medicamento del mercado carecían de fundamento, es decir, que no tenían derecho a llevar el caso ante los tribunales.
La píldora abortiva mifepristona gana la batalla legal
“Los demandantes no prescriben ni utilizan la mifepristona. Y la FDA no les exige que hagan o se abstengan de realizar algo. Más bien, los demandantes quieren que la FDA dificulte a otros médicos recetar mifepristona y a las mujeres embarazadas obtenerla”, escribe el juez Kavanaugh en la decisión. “El deseo de un demandante de hacer que un medicamento deje de estar disponible para otros no establece la legitimación para demandar. Tampoco son suficientes las demás teorías expuestas por los demandantes. Por tanto, carecen de capacidad para impugnar las acciones de la FDA”.
La decisión de la Corte Suprema pone fin a una serie de disputas legales en los tribunales inferiores de Estados Unidos que ha causado una confusión generalizada sobre la situación legal de la mifepristona. Significa que el fármaco seguirá siendo legal en los estados que permiten el aborto y se seguirá distribuyendo a domicilio.
Expertos médicos y profesionales sanitarios aplaudieron la decisión de la Corte.
“La mifepristona es segura, eficaz y una parte crucial de la ampliación del acceso al aborto en este mundo post-Roe”, afirma Kiki Freedman, CEO y cofundadora del proveedor de telesalud para el aborto HeyJane, y añade que la empresa seguirá prestando servicios de atención con medicamentos basados en pruebas y compasivos.
La mifepristona fue aprobada por la FDA en 2000. Se combina con una segunda pastilla, el misoprostol, para inducir un aborto en las 10 primeras semanas de embarazo. Actúa bloqueando una hormona llamada progesterona, necesaria para que continúe la gestación, mientras que el misoprostol provoca contracciones en el útero. En Estados Unidos, las píldoras son ahora más frecuentes que los procedimientos abortivos, representando más de seis de cada 10 abortos en 2023, según el Instituto Guttmacher.
A pesar del historial de seguridad de la mifepristona, un grupo de médicos y activistas antiaborto conocido como Alliance for Hippocratic Medicine (Alianza para la Medicina Hipocrática) presentó una demanda en noviembre de 2022 para invalidar la aprobación del medicamento por parte de la FDA, alegando que es demasiado peligroso para estar en el mercado. En la demanda, la Alianza argumentaba que la mifepristona ha provocado un aumento de las consultas a urgencias, citando un estudio de 2021 que se retractó a principios de este año después de que una revisión independiente descubriera que sus autores habían llegado a conclusiones inexactas.
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