«Locura neonazi»: El abogado de Meta explica por qué renunció a la empresa

Esta entrevista ha sido editada para mayor claridad y extensión.

Kate Knibbs: ¿Podrías explicarnos con más detalle cómo tomaste la decisión de dejar de representar a Meta? ¿Cuál fue el factor decisivo?

Mark Lemley: Estoy muy preocupado por la dirección que está tomando el país, y me preocupa especialmente que algunas personas de la industria tecnológica parezcan estar dispuestas a seguirla, sin importar lo extrema que sea. Una serie de cambios políticos me han parecido cosas con las que personalmente no me gustaría estar asociado, desde el apoyo total a Trump, hasta el recorte sistemático de las protecciones para las personas LGBTQI+; pasando por la eliminación de los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI). Todo esto es un patrón que comenzó con Elon Musk hace un par de años. Hemos visto a dónde conduce ese camino, y no es a un buen lugar. Mark Zuckerberg es libre de hacer lo que quiera, pero yo decidí que no es algo con lo que quería estar asociado.

¿Meta hizo un esfuerzo para retenerte? ¿Te dijo algo Zuckerberg?

No he tenido ninguna conversación con Mark Zuckerberg, nunca. Pero cualquier conversación interna que haya tenido es algo de lo que probablemente no debería hablar.

Especialmente ahora, es evidente que Zuckerberg no es el único magnate de la tecnología que se alinea con Trump. Como has mencionado, Elon Musk salta a la mente. Pero hay mucha gente muy poderosa en Silicon Valley que está pivotando con fuerza hacia políticas MAGA. ¿Tienes una lista de gente a la que no representarías? ¿Cómo estás enfocando esto?

Creo que Zuckerberg y Musk han sido particularmente atroces en su comportamiento. Pero una de las cosas buenas de estar en la posición en la que estoy, tener un trabajo a tiempo completo enseñando en lugar de ejercer la abogacía, es que probablemente tengo más libertad que mucha gente para decir que no necesito aceptar ese dinero. ¿Tengo una lista? No, en absoluto.

Pero si decides que tu carrera la quieres asociar con el fascismo, ten en cuenta que tu decisión traerá consecuencias. Uno de los retos a los que se enfrenta mucha gente es que no se sienten capaces de alzar la voz, porque les va a costar personalmente. Es importante que la gente que puede asumir ese costo lo haga.

¿Cómo ha sido la reacción?

Cuando tomé la decisión, pensé que debía proclamarme al respecto en las redes sociales, tanto porque creía que era importante explicar por qué lo hacía, como para puntualizar que no estaba en función de nada del caso, ni de mis opiniones. No tenía ni idea de la reacción que me esperaba; ha sido bastante notable y abrumadoramente positiva. Hay un montón de trols que piensan que soy un idiota y un libtard [término derogatorio para partidarios de izquierda]. De momento no me han amenazado de muerte, lo que supone un gran avance con respecto al pasado.

¿Has tenido noticias de gente que podría seguir tus pasos?