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medicar a los hijos bajitos

Posiblemente hayas escuchado o leído que en la antigua Grecia, el pueblo espartano solía examinar a los recién nacidos. A través de una evaluación, se determinaba si un bebé era o no apto para convertirse en un guerrero con base en estándares físicos. Si bien al día de hoy tal práctica ya no se lleva a cabo, la población surcoreana está obsesionada en el físico perfecto para sus infantes

En un panorama donde las niñas y niños se han convertido en un “bien preciado”, los padres de familia en Corea del Sur han comenzado a buscar la forma en tener hijos «excelentes». Esto los ha llevado a tomar una medida extrema: medicar a los «chaparritos». ¿La razón? Según sus creencias, esto les brindará mayores posibilidades de triunfar en la vida.

Para entrar en contexto, en Corea del Sur la altura se percibe como un factor clave para el éxito. Lo anterior dado que, de acuerdo con sus creencias sociales y culturales, esto es un reflejo de una buena salud y nutrición. En otras palabras: alto poder adquisitivo. Como resultado, muchos padres han recurrido a tratamientos hormonales, suplementos y otras estrategias para asegurar que sus hijos crezcan.

Además, en un entorno laboral altamente competitivo, la apariencia física, incluida la altura, se considera una ventaja en ciertos sectores profesionales. Esto refuerza la idea de que ser más alto puede abrir más puertas en la vida y los negocios, lo que ha generado preocupación sobre una posible obsesión poco saludable con la imagen y la estética infantil.

Para ejemplo de esta situación, se encuentra el testimonio de Kim Shin-young, una residente del sur de Seúl. Tal como relata Korea Biomed, la mujer le ha administrado inyecciones de hormona de crecimiento a su hijo de 11 años durante dos años y medio. Esto a pesar del alto costo de alrededor de siete millones de wones anuales.

El tratamiento, con Growthtropin II de Dong-A ST, se aplica seis noches a la semana y ha logrado que la altura del niño pase de estar 10 centímetros por debajo del promedio a reducir esa diferencia a seis centímetros en 2023. Kim decidió no solicitar el reembolso por temor a que la etiqueta de «paciente» afectara las futuras oportunidades laborales o de seguro médico de su hijo.

Pero, ¿esto último qué tiene que ver? Resulta que al menos el 97% de las inyecciones de hormona de crecimiento se recetaron sin reembolso. En otras palabras, estas dosis se han utilizado exclusivamente para aumentar la estatura en los niños. En término numéricos, la realización de esta medida genera un coste anual cercano a los 10 millones de wones (poco más de 144,200 pesos mexicanos).

En los últimos tres años, se han administrado 10,66 millones de inyecciones de 24 tipos de hormona de crecimiento en 5,761 centros médicos de Corea del Sur, según datos del Ministerio de Alimentación y Seguridad retomados por Korea Biomed. Sin embargo, solo 300,000 de estas inyecciones fueron prescritas a pacientes con diagnósticos médicos, mientras que la gran mayoría se administró a niños sanos, pero considerados «bajitos» según los estándares de sus padres.

A pesar de la creencia popular en la eficacia de estos tratamientos, la ciencia no respalda su efectividad. Un estudio realizado en Estados Unidos, donde se analizaron a 11,000 niños, reveló que aquellos sometidos a terapia con hormona del crecimiento sin padecer una deficiencia de esta hormona tienen un riesgo 8.5 veces mayor de desarrollar diabetes en el futuro.

Además, el tratamiento conlleva efectos adversos, como escoliosis, dislocación de la cadera, dolores de cabeza, edemas y vómitos. Entre otras repercusiones se pueden encontrar dolor muscular, edema, hipotiroidismo, pancreatitis, ginecomastia, un desarrollo excesivo del tejido mamario en los niños, reacciones alérgicas e incluso el aumento de posibles tipos de cáncer.

Como consecuencia, el gobierno surcoreano ha intensificado su control sobre la publicidad engañosa de tratamientos con hormona de crecimiento. Fue así que el Ministerio de Seguridad Alimentaria y Farmacéutica lanzó una advertencia contra los anuncios falsos o exagerados. Como parte de esta medida, hospitales o farmacias que difundan información engañosa serán sancionados con posibles acciones administrativas.

El uso de esta medicación es solo una manifestación de la obsesión de los padres surcoreanos por asegurar el mejor futuro para sus hijos. Irónicamente, esto se suscita en una población donde la tasa de natalidad continúa a la baja.

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Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://www.xataka.com.mx/otros-1/obsesion-corea-sur-triunfar-vida-esta-llevando-a-padres-a-tomar-medidas-extremas-medicar-a-hijos-bajitos

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