Trump culpa a las políticas de diversidad del accidente de avión en Washington, pero ahora inicia la investigación real

El presidente Donald Trump culpó de la colisión en pleno vuelo en el que murieron 67 personas a la forma en que la administración anterior contrataba a los profesionales de la aviación. Pero los expertos y los investigadores involucrados en el accidente, en el que también se vio implicado un helicóptero militar, sugieren que en las próximas semanas analizarán minuciosamente cada elemento para determinar las causas.

«Tienen que darnos tiempo, tenemos datos, tenemos cantidades sustanciales de información. Ahora debemos verificarla», explica Jennifer Homendy, presidenta de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), en una rueda de prensa celebrada el jueves. La NTSB es una agencia federal independiente de vigilancia de EE UU que dirige la investigación del accidente.

El recuento de los daños

Un helicóptero Sikorsky UH-60 Black Hawk del Ejército estadounidense colisionó con la cola de un avión Bombardier CRJ-700 que se disponía a aterrizar en el aeropuerto nacional Ronald Reagan de Washington DC. Según las autoridades, ninguna persona a bordo del helicóptero militar o del avión comercial, operado por la aerolínea regional PSA Airlines en nombre de American Airlines, sobrevivió al accidente. Se trata del incidente aéreo comercial más mortífero ocurrido en Estados Unidos en los últimos 16 años.

En una sesión informativa en la Casa Blanca, Trump se refirió a un programa que también existió durante su primera administración destinado a ampliar la reserva de talentos para la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) a personas con discapacidad. Admitió que no había pruebas de que el accidente estuviera relacionado con los intentos de la FAA de mejorar la diversidad de su plantilla, pero hizo la conexión: «Tengo sentido común y por desgracia algunas personas no lo tienen».

Más tarde el jueves, la Casa Blanca emitió un comunicado criticando el «rechazo de la contratación basada en el mérito» de la administración Biden en favor de un programa de contratación que fomentaba la diversidad. Trump también ordenó a la FAA y al secretario de Transporte de EE UU que revisaran todas las contrataciones y los cambios en los protocolos de seguridad realizados durante los cuatro años de la administración Biden, «y que tomaran las medidas necesarias para lograr una seguridad aérea sin concesiones», lo que podría incluir despidos.

¿Cómo estarán integrados los grupos de investigación?

Los expertos y los investigadores afirman que un enfoque exhaustivo e imparcial será fundamental para determinar exactamente por qué y cómo se produjo la colisión. En una rueda de prensa, J. Todd Inman, miembro de la junta de la NTSB, refirió que al menos siete grupos de trabajo diferentes se centrarán en distintos elementos de los vuelos, formados por investigadores federales, así como por representantes del ejército, fabricantes de aviones y organizaciones que representan a los profesionales de la aviación.

Un grupo de operaciones estudiará la historia del accidente y la tripulación implicada. Otro se centrará en el cuerpo de la aeronave, examinando los restos y las escenas del accidente para determinar qué rumbo llevaba el avión antes de la colisión, incluida la altitud. Lo mismo ocurrirá con una célula especializada en los motores implicados. El personal también examinará los sistemas hidráulicos, eléctricos, así como los instrumentos de control de vuelo. Además, una agrupación estudiará específicamente el papel del control del tráfico aéreo, utilizando grabaciones y datos de sensores para determinar cómo reaccionaron los profesionales del Aeropuerto Nacional ante el incidente. Un grupo de «rendimiento humano» se integrará en varias de esas organizaciones, centrándose en el papel que la fatiga, la carga de trabajo, la medicación, el equipo y la formación de la tripulación pudieron haber desempeñado en la colisión.