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El DOGE limita a un dólar el gasto en tarjetas de crédito para funcionarios

Por ejemplo, Musk ha afirmado falsamente que personas de 150 años recibían prestaciones de la Seguridad Social. Los expertos dijeron a WIRED que el DOGE probablemente pasó por alto una peculiaridad en el sistema de pagos que reparte estos beneficios, que establece automáticamente el cumpleaños de una persona al 20 de mayo de 1875 si la fecha real es desconocida, haciendo que estas personas aparezcan como de 150 años en el sistema.


El viernes, alrededor de 50 gerentes de producto, diseñadores y otros fueron despedidos del Servicio Digital de Estados Unidos.


Las nuevas restricciones de gasto se aplican tanto a las tarjetas de viaje como a las de compra SmartPay. Las tarjetas de viaje se utilizan ampliamente en la Administración (por ejemplo, la mayoría de los reservistas del Ejército tienen estas tarjetas). La Administración hace un seguimiento de los gastos de viaje, como las tasas de hotel y avión, a través de herramientas informáticas como Concur. La GSA exige recibos por cualquier compra que sus empleados realicen por encima de 75 dólares. «El sistema es horrible y requiere la autorización de un supervisor antes de poder gastar dinero», dice un empleado actual de la GSA.

Una vez realizado el viaje, los empleados tienen que presentar un comprobante que coincida con los gastos aprobados. Se hace un seguimiento escrupuloso de los gastos y se dice a los empleados que reduzcan al mínimo las extracciones en cajeros automáticos para evitar comisiones innecesarias, asegura un empleado actual de la GSA que, al igual que los demás protagonistas de esta historia, habló con WIRED bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar públicamente. Dicen que el uso indebido de una tarjeta ya es motivo de medidas disciplinarias, incluido el despido.

Las tarjetas de compra son más raras y se utilizan para gastos de trabajo inferiores a 10 mil dólares; todo lo que supere esta cantidad requiere un contrato formal con el Gobierno. Se utilizan para material de oficina, equipos informáticos y formación, entre otras cosas. Si los empleados quieren gastar dinero con una tarjeta de compra, tienen que presentar un formulario, que luego tiene que ser aprobado y firmado por un supervisor. Una vez hecho esto, el formulario se envía para su aprobación, con el nombre de la persona que quiere hacer la compra, una descripción del artículo, el precio estimado, un código contable y la fecha en que se necesitan los bienes o servicios.



Una vez aprobado el pago, se le asigna un número de solicitud de compra. Solo entonces puede el empleado gastar realmente el dinero. Si gastan un 10% más de la cantidad aprobada, necesitan de nuevo una aprobación por escrito. En la GSA el seguimiento de cada compra se realiza a través de un programa llamado Pegasys, cuyo acceso requiere un formulario independiente. Pegasys tiene dos caras: el lado de la compra, que muestra el dinero gastado, y el lado de la conciliación. El titular de la tarjeta tiene que cotejar estas dos caras, centavo a centavo. «Para cometer un fraude, el empleado, el supervisor y, probablemente, alguien del departamento financiero tienen que estar implicados», afirma otro empleado de la GSA. «No es tan fácil como afirma el DOGE».

Artículo publicado en WIRED. Adaptado por José Carlos Oliva.

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Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://es.wired.com/articulos/el-doge-limita-a-un-dolar-el-gasto-en-tarjetas-de-credito-para-funcionarios

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