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Los conspiranoicos del covid-19 resurgen cobijados por los recortes del gobierno en EE UU

La semana pasada, Elon Musk bombardeó X con una serie de tuits en los que declaraba que la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) era un «nido de víboras radicales de izquierda que odian a Estados Unidos» y que era «pura maldad». Apuntó que uno de los peores pecados del organismo global fue su papel en el inicio de la pandemia.

«¿Sabías que USAID usó el dinero de TUS impuestos y financió la investigación de armas biológicas, incluido el covid-19, que mató a millones de personas», rezaba el tuit. Varios de los otros altos cargos de Trump también han pregonado la teoría de que el covid-19 no es solo resultado de una filtración de laboratorio, sino producto de la ingeniería genética, y quizás un arma biológica, creada a partir de la financiación estadounidense. Esta creencia, que ha sido constantemente refutada, se convirtió en una prioridad para la nueva administración.

La lista de personas que respaldan esta teoría u otras similares es larga. Está Musk, el director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE); Robert F. Kennedy Jr., que probablemente será ratificado como el director del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés); Tulsi Gabbard, la recién confirmada directora de inteligencia nacional; y Jay Bhattacharya, director entrante de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés). De igual forma, el director de la CIA, John Ratcliffe, reforzó la afirmación de que el covid-19 se filtró desde un laboratorio estatal de Wuhan, pero se ha abstenido de calificarlo de arma biológica.

Y luego están los republicanos de ambas cámaras del Congreso, que se han pasado los últimos cuatros años citando testigos, exigiendo documentos y alegando que el gobierno de EE UU era responsable de la pandemia. La nueva administración ha manifestado su intención de restringir la investigación sobre enfermedades infecciosas, prohibir una amplia gama de trabajos virológicos, e incluso de procesar aquellos que pudieron crear la pandemia de Covid-19. Como lo describe un ex miembro de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) a WIRED: «Es una venganza».


Con el cierre de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional quedarán en vilo los programas de investigación sobre el VIH.


La toma del poder

El año pasado, el economista Peter Navarro escribió un libro en el que exponía la agenda para un segundo mandato de Trump: “Durante su segunda administración, el presidente llegará al fondo de los orígenes de covid-19 y se asegurará de que todas las partes responsables de causar la pandemia y luego encubrir sus orígenes sean consideradas financiera y penalmente responsables de sus acciones», Navarro, ahora asesor principal de comercio de Trump, añadió que el mandatario debería «usar su autoridad constitucional» para ordenar al Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) y a la Oficina Federal de Investigación, que investiguen a Fauci y a otros científicos investigadores por su papel en la creación del covid-19: «Serán procesados con todo el peso de la ley y serán legalmente responsables de cualquier costo que hayan ayudado a infligir».

WIRED ha hablado con varios científicos familiarizados con las agencias y departamentos que se ocupan de virología, epidemiología y salud pública, incluidos los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH), los CDC y USAID; en los últimos días, algunos especialistas se han visto obligados a renunciar. Todas las fuentes solicitaron el anonimato por temor a represalias personales o profesionales.

Varias fuentes confirmaron que los equipos del DOGE de Musk han estado visitando los NIH y los CDC este mes. Una fuente nos proporcionó un listado de personal de Luke Farritor, antiguo becario de SpaceX. Revela que Farritor está designado como empleado dentro del HHS, como informó en primer lugar Politico, sin habilitación de seguridad. Su función figura como «ingeniero ejecutivo-EO». Los científicos, dentro y fuera del gobierno, están haciendo copias de seguridad de bases de datos e investigaciones críticas, temerosos de que la nueva administración pretenda desconectar los archivos.

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Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://es.wired.com/articulos/los-conspiranoicos-del-covid-19-resurgen-cobijados-por-los-recortes-del-gobierno-en-ee-uu

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