Probamos la Nintendo Switch 2: es más de lo mismo (y eso es genial)

Calificación WIRED (9/10)

La Switch 2 es igual que la Switch, pero mejor. Claro, es un resumen simplista de uno de los lanzamientos de consolas más esperados de todos los tiempos, pero, sin embargo, es acertado. La Nintendo Switch 2 no supone el salto generacional que ofrecen las PlayStation o las Xbox , sino más bien una mejora de lo que ha funcionado durante los últimos ocho años. En resumen, eleva, perfecciona y pule casi todas las facetas de la Switch original para ofrecer lo que es ‘casi’ su versión definitiva.

Las similitudes son evidentes desde el momento en que abres la caja: una consola similar a una tablet y dos controles, con los agarres mejorados para los Joy-Con 2. Todo es un poco más grande, y esos controles ahora se encajan magnéticamente en la consola en lugar de deslizarse sobre rieles, pero todo se ve y se siente como una Switch más . Por suerte, sus mejoras pronto se hacen notar.

El mayor tamaño es la diferencia más notable

La pantalla de 7.9 pulgadas ofrece una unidad central más grande, pero el aumento de resolución a 1920 x 1080 Full HD, con una densidad de 279 píxeles por pulgada, la aprovecha al máximo. Si a esto le sumamos la compatibilidad con HDR10 para un mayor brillo y colores más vibrantes, y una frecuencia de actualización variable de hasta 120 Hz para una experiencia visual increíblemente fluida, compensa con creces el cambio a una pantalla LCD. De hecho, volver a la pantalla OLED de 720p y 210 ppp de la Switch se siente turbio en comparación. Dicho esto, la mera existencia de la Switch OLED hace que parezca inevitable una Switch 2 OLED.

La base renovada no entusiasma tanto, pero cuenta con algunas mejoras, como la ventilación, un diseño más robusto y menos riesgo de rayar la pantalla al acoplarla gracias a su diseño sin esquinas. La principal mejora, sin embargo, es la salida 4K completa al televisor cuando está acoplada, aunque con algunas salvedades.