Tecnología y psicología: así funciona el intrincado sistema chino para censurar internet

Además, el gobierno no se limita a censurar contenido indeseable, sino que impulsa con premios las publicaciones que considera atractivas, positivas y saludables, como fotos conmovedoras o ideológicamente más sólidas.
Un sistema que necesita de sus ciudadanos para subsistir
Otro de los mayores inconvenientes de concebir el sistema como un cortafuegos es que la metáfora sugiere que puede ser derribado o atravesado desde el interior. El bloqueo es más complejo y no puede ser superado solo por herramientas como VPN (red privada virtual) o proxies. La valla digital suele ser infranqueable porque no hay motivación suficiente para atravesarla.
La falta de grandes sublevaciones digitales en China o de rutas de acceso a información global se explica en gran parte por la poca voluntad de los ciudadanos para enfrentar los desafíos. “La mayoría de los usuarios chinos de internet parecen estar sedientos de las mismas cosas que todos nosotros: programas de televisión, resultados deportivos y videos de gatos”, puntualizan los expertos. Los ciudadanos de China también quieren ver videos graciosos de contenido corto después de trabajar y se alejan de consumir noticias fuera de su lengua materna o de difundir información sobre su régimen.
La censura a nivel de servicio impide que lleguen apps como Instagram, YouTube, Facebook o X, donde tienen lugar importantes debates sociopolíticos. Pero ocurre que China tiene sus propias apps sustitutas y controladas que cumplen con funciones esenciales de entretenimiento, interacción social y siguen proporcionando las mismas comodidades. Estas opciones locales son lo suficientemente efectivas como para hacer que las personas desistan de acceder al internet del mundo.
“A menudo, un poco de fricción, como la falta de herramientas de evasión a la venta en la tienda de aplicaciones, o una conexión lenta o con fallos, es suficiente para convencer a la gente de no molestarse”, sentencia el informe.
No se debe pasar por alto que los sistemas de censura siguen operando y conllevan consecuencias penales para quienes infringen la ley. Sin embargo, las reglas sobre lo que se puede decir son deliberadamente ambiguas. Las críticas al gobierno pueden —o no— derivar en que un ciudadano sea remitido a un interrogatorio en una estación de policía, y en algunos casos, su confesión puede conducir a una pena de prisión. No existe claridad sobre dónde se encuentra el límite.
La suma de ambigüedad legal, las barreras técnicas básicas como conexiones lentas y las apps inofensivas generan un entorno de autocensura, donde la gente marca una línea segura en cuanto a sus opiniones.
Locknet o el sistema de regulación y filtración de información
Los investigadores proponen llamar al intrincado sistema chino para censurar internet ‘Locknet’, una palabra en inglés que se usa para referirse a las esclusas de agua que pueden controlar o bloquear el flujo. El internet en China es como un lago artificial en medio del océano, ejemplifican. Es virtualmente el mismo contenido, pero se puede separar al instante de la masa si algo extraño traspasa.
Por ahora la Locknet de China no es impenetrable y tampoco lo pretende ser, pero la interrelación entre sus tres niveles retroalimenta su eficacia. El sistema tiene cierta porosidad (de vez en cuando sabes algo de China), pero es “lo suficientemente bueno” como para que nunca se filtre algo relevante.
DERECHOS DE AUTOR
Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://es.wired.com/articulos/tecnologia-y-psicologia-asi-funciona-el-intrincado-sistema-chino-para-censurar-internet