Un teléfono que no es teléfono para frenar tu adicción al teléfono

A principios de este año, Eric Antonow estaba en una cafetería con su familia cuando sintió el familiar impulso de coger su teléfono. Se palpó los bolsillos en busca de alivio: la fría y delgada placa seguía allí. Bromeó con su familia diciendo que, como un adicto que busca una dosis, algún día necesitaría una solución médica para desintoxicarse de su teléfono. Los adictos a los opiáceos tenían metadona. Los adictos al iPhone necesitarían… metáfonos.
«Era una broma, pero hizo que mis dos hijos adolescentes se rieran, lo cual es oro», cuenta Antonow. “Pensé entonces, ‘voy a comprometerme con el chiste’”.
Antonow, ex ejecutivo de marketing de Google y Facebook, lleva media década comprometiéndose con los chistes, fabricando lo que él llama «juguetes sin sentido». En su tienda en línea hay proyectos como un «interruptor de escucha» para indicar cuándo se está prestando atención, y un vinilo para meditar en silencio, con 20 minutos de silencio grabado en cada cara (no hace falta tener tocadiscos).
Así que a los pocos días de su última broma, le encargó a ChatGPT que maquetara la imagen de un dispositivo con forma de teléfono, pero sin su contenido: un rectángulo translúcido a través del cual se pudiera mirar. De ese boceto generativo original surgió un diseño más realista: una placa de acrílico transparente de 15 cm con esquinas redondeadas como el iPhone y bordes verdes que simulaban el cristal. Antonow hizo un pedido de muestras e inició una campaña en Indiegogo para el Methaphone: «dejar tu teléfono sin las ansias ni el síndrome de abstinencia».
Los primeros Methaphones se vendieron por 25 dólares a través de una campaña de crowdfunding.Cortesía de Eric Antonow
El problema con el smartphone
El dilema del smartphone es que todos queremos usar menos el teléfono, pero pocos lo hacemos realmente. Apple y Google ofrecieron algunos salvavidas en 2018 en forma de herramientas de autorregulación, como límites de tiempo de pantalla, pero la mayor parte de eso se fue con el viento durante los años de la pandemia, cuando las pantallas se convirtieron en una ventana al mundo exterior. Ahora, una persona que espera recuperar su atención está atrapada entre dos opciones poco atractivas: rebajarse a un «teléfono tonto» minimalista o rendirse al goteo de dopamina del contenido infinito. En cualquier caso, el teléfono gana.
En respuesta, ha surgido una industria artesanal que ofrece herramientas de desprendimiento. Hay aplicaciones con nombres simbólicos, como Freedom (Libertad) y Focus (Foco), que bloquean los contenidos que distraen. Startups como Brick y Unpluq ofrecen «llaves» físicas NFC para bloquear y desbloquear aplicaciones adictivas. De hecho, el cofundador de Unpluq, Jorn Rigter, explica que la gente utiliza el dispositivo tanto para bloquear apps sociales, como Instagram, como también apps de trabajo, como Slack, que se han vuelto igual de pegajosas. También está Yondr, una funda con cerradura para evitar el uso del teléfono en tribunales y salas de conciertos. Y existe la creciente gama de «teléfonos tontos», algunos a precios premium y posmodernos.
Se pueden comprar pegatinas que simulan iconos de aplicaciones.Cortesía de Eric Antonow
A diferencia de estas soluciones, el Methaphone no hace casi nada. Es más bien una declaración: ceci n’est pas un phone (aquí no hay un teléfono). Pero en una cultura de excesos tecnológicos, el proyecto ha resonado ampliamente, como una especie de Ozempic en una epidemia de obesidad de pantalla.
En mayo, cuando llegó el primer lote de Methaphones, Antonow los envió a una docena de amigos para conocer sus reacciones. Una de ellas fue Catherine Goetze, que rápidamente publicó un video sobre el Methaphone entre sus 400,000 seguidores de TikTok. En el video, Goetze está parada en la cola de una tienda de bubble tea de San Francisco, encorvada como todo el mundo, pero en lugar de desplazarse por su teléfono, lo hace por… una placa de acrílico transparente. Los comentaristas se volvieron locos especulando. ¿Era un prototipo de Nokia? ¿Un tráiler de Black Mirror? En cinco días, el video tenía más de 53 millones de visitas.
Después del video de Goetze, Antonow cuenta que el Methaphone “se agotó masivamente» (inicialmente había encargado un pedido de 100 unidades, vendidas como lanzamiento limitado, por 25 dólares). Aunque planea reponer existencias, dice que el futuro del Methaphone no está tanto en las compras individuales como en los experimentos a mayor escala: por ejemplo, un restaurante que ofrezca un Methaphone en el menú para que la gente pueda cenar sin distracciones. Los teléfonos son más que portales a otras personas: son portales a otra dimensión. “Así que el contrapeso también tiene que ser más importante que simplemente pensar: ‘Oh, tengo que acordarme de no usar el celular en la mesa’”, afirma.
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