La gente está tratando de ‘desprogramar’ a sus padres MAGA a través de clubes de lectura

Su padre, John, dice que se lleva muy bien con Valeen, aunque «a veces sus conversaciones se vuelven un poco difíciles»: «Estamos en espectros políticos diferentes. La crié para que pensara libremente. Quería que siguiera su propio camino y tuviera sus propias ideas, no las mías».

Cuando Valeen tenía poco más de veinte años, se trasladó brevemente a Australia por su novio a distancia, al que había conocido a través de Facebook. En algún momento, John empezó a leer The Greatest Show on Earth: The Evidence for Evolution (Evolución: El mayor espectáculo sobre la Tierra) , de Richard Dawkins, que trata sobre la evolución. «Yo bromeaba y le decía ‘ese es un libro del demonio'», ella recuerda. A medida que John lo leía, a ella le iban interesando cada vez más sus ideas, y acabó por leerlo. Dice que puso en tela de juicio todo su sistema de creencias y le abrió los ojos a una forma de pensar totalmente nueva; también le enseñó que los libros pueden ser una forma poderosa de cambiar las mentalidades. Valeen dejó la Iglesia a los 25 años.

«La lectura ha tenido un gran impacto en mi propia vida. Espero que no solo pueda enseñarle algo o hacerle reflexionar sobre algo que normalmente no haría, sino que, además, si alguien que ha estudiado lo expone ante él con datos y referencias, le resulte más fácil no solo entenderlo, sino también confiar en ello», indica Valeen.

Y sabía que prometerle a su padre que volvería a la iglesia, aunque fuera por poco tiempo, sería una valiosa moneda de cambio. «Se dio la vuelta por completo. Lo siguiente que noté fue que decía que era agnóstica, luego que era atea. Y yo, ¿qué?», recuerda John. A lo largo de los años, John ha achacado muchos de sus problemas económicos y de salud a su falta de fe. «Vivo en la pobreza, y él tiene una mentalidad de autosuficiencia. Así que culpa de cualquier cosa que salga mal en mi vida a que dejé el cristianismo», dice Valeen.

A John le preocupa más que «ella llegue al cielo»: «Mi salud no es tan buena, y sería bueno saber que cuando yo me muera, volveré a ver a mi hija. Ella dice que estoy usando el sentimiento de culpa. Y le contesto: ‘No estoy tratando de usar la carta de la manipulación. Intento decir que eso me haría sentir tranquilo'».

La desprogramación del humano MAGA

Hassan dice que la reciprocidad es importante cuando se intenta llegar a un ser querido al que le han lavado el cerebro: «El objetivo no es quién tiene razón y quién no, el objetivo es aprender y, basándose en el amor, perseguir lo que es verdad».

Valeen quiere que su padre lea The Hundred Years’ War on Palestine (Palestina. Cien años de colonialismo y resistencia), de Rashid Khalidi, Jesus and John Wayne (Jesús y John Wayne: cómo los evangélicos blancos corrompieron una fe y fracturaron una nación), de Kristin Kobes Du Mez, y Poverty, by America (Pobreza, Made in USA), de Matthew Desmond, que analiza las causas sistémicas de la pobreza en Estados Unidos.

Al seleccionar sus títulos, Valeen dice que intentó escoger libros «no combativos»: «Ha sido difícil convencerle de que lo haga, porque no quiere leer nada que no confirme sus creencias y puntos de vista. Básicamente, no dejaba de insistirle y de decirle: bueno, realmente quieres que vaya a la iglesia». Al final, tras algunas idas y venidas, aceptó.

Valeen está distanciada del resto de su familia, y no hay ningún club de lectura que ella crea que pueda arreglarlo. Dice que su hermana cree que la Tierra es plana, entre otras teorías conspirativas, y que sus primos la llamaron «abominación» y le dijeron que «iría al infierno» cuando se declaró pansexual. Pero cree que puede volver a establecer puntos en común con su padre: «Me han pasado muchas cosas a lo largo de mi vida, y mi padre es la única constante que he tenido. Así que no voy a renunciar a él».

Y en cuanto a John, expresa a WIRED: «Leeré los libros de Valeen. Tengo tiempo».

Artículo publicado originalmente en WIRED. Adaptado por Alondra Flores.