Qué son los nanoplásticos y por qué están infestando los océanos

Los nanoplásticos en el agua de mar son tan pequeños (menos de un micrómetro: 0.001 mm) que no pueden verse a simple vista. Como flotan y se asientan de forma irregular, es extremadamente difícil predecir con exactitud la distribución de los nanoplásticos en el océano.
Por este motivo, la investigación sobre los plásticos marinos se ha limitado principalmente a los macroplásticos de más de 5 mm y a los microplásticos de menos de 5 mm, mientras que los nanoplásticos, de menos de 0.001 mm, han permanecido en gran medida en una «caja negra».
Investigadores holandeses han logrado cuantificar nanoplásticos por primera vez en una amplia zona del Atlántico Norte, lo que requiere una reevaluación significativa de las estimaciones previas del balance de masa plástica del océano.
Helge Niemann, catedrático de la Universidad de Utrecht y afiliado al Real Instituto de Oceanografía de los Países Bajos, explica: «Ahora es posible que la cantidad de nanoplásticos que flotan en estas aguas supere la cantidad de microplásticos y macroplásticos que flotan en el océano Atlántico, así como en todo el océano mundial».
Más de 27 millones de toneladas solo en el Atlántico Norte
Niemann y su equipo navegaron desde las Azores hasta la plataforma continental europea en 2020 en el buque de investigación “RV Pelagia”, tomando muestras de agua en tres capas desde la superficie hasta cerca del fondo marino en 12 lugares del Atlántico Norte. A continuación se extrajeron todas las partículas de más de un micrómetro y se identificaron con precisión los patrones moleculares únicos de los plásticos mediante una combinación de desorción térmica (calentamiento para volatilizar las moléculas adheridas) y espectrometría de masas.
Los resultados mostraron que el tereftalato de polietileno (PET), el poliestireno (PS) y el cloruro de polivinilo (PVC) eran los tres principales nanoplásticos detectados. Las concentraciones fueron más elevadas cerca de la superficie del mar, alcanzando un máximo de 32 mg/m3. Se detectaron concentraciones especialmente elevadas de nanoplásticos en la zona costera europea, más acusadas que en mar abierto y dentro de la circulación subtropical.
Estos nanoplásticos también se detectaron en la capa intermedia y cerca del lecho marino, especialmente el PET, que alcanzó capas profundas. Se detectó un promedio de 10 mg/m³ de PET en la capa intermedia y 5 mg/m³ cerca del lecho marino. Se cree que las partículas generadas en la superficie son transportadas por la sedimentación o la nieve marina (un fenómeno en el que el plancton muerto y las partículas orgánicas se acumulan como la nieve). Incluso si las partículas diminutas se hunden, pueden ser resuspendidas por las corrientes de agua turbia que ascienden cerca del lecho marino.
Al aplicar estos datos observacionales a todo el Atlántico Norte, descubrieron que existen aproximadamente 27 millones de toneladas de nanoplásticos tan solo en la capa mixta de la superficie del océano (una capa donde la temperatura y la salinidad se mantienen bastante constantes debido al viento y las olas). Esta masa supera la cantidad total de microplásticos y macroplásticos reportada previamente, lo que sugiere que la mayor parte de la contaminación marina por plásticos se produce a escala nanométrica.
Una cadena de contaminación invisible
Estos nanoplásticos llegan al océano por múltiples vías. Además de entrar por los ríos, la basura plástica de gran tamaño puede desintegrarse en partículas de tamaño nanométrico como resultado de su degradación por la luz solar. También pueden llegar al océano por partículas transportadas por el aire que caen con la lluvia o por deposición seca (es decir, que caen a la superficie de la tierra o del mar sin precipitaciones). La amplia distribución de los nanoplásticos desde la superficie hasta las profundidades del océano es el resultado de estas múltiples vías de transporte.
El impacto de esta contaminación marina invisible en los ecosistemas es significativo. Se sabe que los nanoplásticos atraviesan las membranas celulares y llegan a los tejidos y al cerebro. En otras palabras, preocupa el impacto en los ecosistemas marinos a través de la cadena alimentaria, desde las bacterias y los microorganismos hasta los peces y los depredadores superiores, incluidos los seres humanos. También se ha señalado que la toxicidad puede amplificarse aún más si las partículas adsorben contaminantes orgánicos.
El trabajo futuro incluye la cuantificación de otros nanoplásticos basados en resinas, como el polietileno y el polipropileno, que no se detectaron en este estudio. También es crucial conocer la magnitud de la contaminación por nanoplásticos en otras zonas oceánicas. Y es que la contaminación marina podría ser ya tan alta o más que en el Atlántico Norte.
Actualmente, los nanoplásticos no pueden recuperarse una vez liberados en el océano. Esta investigación revela las causas de la contaminación marina que se han pasado por alto, pero al mismo tiempo también pone de manifiesto la realidad de que ya es demasiado tarde para hacer algo al respecto.
La única medida que puede tomarse ahora es evitar que siga llegando. A medida que las partículas invisibles de plástico llenan silenciosamente los océanos, la humanidad puede verse obligada a replantearse fundamentalmente su uso de los plásticos.
(Editado por Daisuke Takimoto)
Artículo publicado originalmente en WIRED Japón. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.
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Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://es.wired.com/articulos/que-son-los-nanoplasticos-y-por-que-estan-infestando-los-oceanos