los que quieren jugar offline

Los videojuegos de fútbol han evolucionado de manera sorprendente en los últimos años, con avances técnicos que hacen que cada entrega luzca más realista. Sin embargo, irónicamente, también viven un estancamiento: la falta de competencia. Hace un par de generaciones teníamos una batalla épica entre FIFA de EA Sports y Pro Evolution Soccer de Konami, una rivalidad que marcaba cada temporada. Esa guerra terminó. Hoy la realidad es clara: Electronic Arts, ahora bajo el nombre de EA Sports FC, es el líder absoluto del mercado, mientras que Konami parece haber relegado su apuesta al discreto papel de eFootball, un proyecto que se sostiene por su comunidad tan fiel.
Con este panorama de monopolio deportivo, EA Sports FC 26 llega con una misión especial: saldar deudas. No solo busca mantener su hegemonía, sino también mejorar su imagen bajo un eslogan que lo dice todo: “escuchar a la comunidad”. Y aunque sabemos que estos juegos viven y evolucionan constantemente gracias al feedback de sus jugadores, lo cierto es que esta entrega quiere dejar claro que las críticas pasadas sí se escucharon, y que esta vez había una deuda muy particular por atender. Eso sí, desde ahora les decimos, no tendremos Liga MX, por lo menos para su lanzamiento.
Después de varias horas de juego, tenemos la certeza de que FC 26 no solo apunta a los fanáticos más competitivos ni a los que pasan horas en línea perfeccionando tácticas. Esta vez, sentimos que por fin EA pensó en un público que había dejado abandonado por años: los jugadores casuales, aquellos que disfrutan el fútbol en solitario o que prefieren sentarse a jugar con amigos de manera desenfadada. Puede que los cambios parezcan pequeños a primera vista, pero juntos renuevan la experiencia y nos dejan unas primeras impresiones más que agradables.
Entre lo competitivo y lo realista
Una de las grandes novedades de EA Sports FC 26 es que se ofrecen dos tipos de jugabilidad claramente diferenciados: el modo competitivo y el modo auténtico. La idea de EA fue sencilla pero muy ambiciosa: darle al jugador la posibilidad de elegir entre la experiencia clásica, enfocada en la velocidad y el espectáculo, o una más pausada, que busca acercarse a lo que realmente ocurre en una cancha de fútbol.
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El modo competitivo es el que todos conocemos, la esencia con la que la saga ha convivido durante años. Aquí la velocidad lo es todo: los espacios se aprovechan al máximo, la habilidad individual puede decidir un partido y los regates se convierten en armas fundamentales. Es un sistema refinado, explosivo y, en muchos casos, repetitivo. Para los veteranos sigue siendo el núcleo que mantiene vivo el espíritu de la franquicia, pero también es cierto que puede resultar frustrante y poco accesible para los jugadores que llevan tiempo alejados de la saga o que buscan algo menos demandante.
Por otro lado está el modo auténtico, y aquí es donde el cambio realmente sorprende. Aunque al principio parece el mismo juego, el ritmo baja drásticamente. Todo se vuelve más pausado y táctico: los defensas ya no se vencen con facilidad, los tiros requieren mayor precisión y las jugadas de fantasía individuales pierden efectividad. Lo que antes podía resolverse con una carrera de extremo y un disparo potente, ahora necesita paciencia, construcción de jugadas y un fútbol colectivo que premia la inteligencia por encima del reflejo rápido.
Lo más notorio es que este modo reduce la frecuencia de goles y tiros a portería. Los partidos pueden pasar largos minutos sin disparos claros, lo que obliga a repetir jugadas, buscar espacios y valorar cada aproximación al área rival. Los errores, especialmente en la defensa, se pagan caro, y las jugadas a balón parado adquieren una importancia estratégica que antes parecía menor. Es, en pocas palabras, una propuesta pensada para quienes disfrutan el fútbol como simulación y no solo como espectáculo inmediato.


Los propios desarrolladores lo explican así: el modo competitivo se pensó para quienes buscan destacar en línea, mientras que el modo auténtico está diseñado para los jugadores que prefieren experiencias offline, ya sea en partidas casuales, torneos locales o modos como Clubes. La idea es darles un espacio a los fanáticos que sienten que el ritmo vertiginoso de las últimas entregas los había dejado fuera. Y en nuestras pruebas, esta dualidad funciona: el contraste es evidente y obliga a replantear cómo se juega dependiendo del modo elegido.
Claro, no es un sistema perfecto. Habrá jugadores que encuentren el modo auténtico demasiado lento o poco emocionante, sobre todo si están acostumbrados al frenetismo de los últimos años. Pero lo cierto es que la inclusión de ambas opciones abre un abanico que la franquicia necesitaba desde hace tiempo. Ahora, cada jugador puede decidir si quiere un partido lleno de caos y goles o uno más táctico y realista, algo que convierte a EA Sports FC 26 en una entrega mucho más versátil que sus predecesores.
El modo carrera tan solitario como muchos lo pidieron
El modo carrera siempre ha sido el refugio de quienes quieren disfrutar del fútbol a su propio ritmo, sin preocuparse por rivales en línea ni microtransacciones. En EA Sports FC 26, este apartado vuelve a colocarse como la opción principal para los jugadores que buscan experiencias, donde la gestión y la estrategia lo son todo. Aquí seguimos teniendo la libertad total de manejar un club: definir tácticas, fichar jugadores, moldear una plantilla a nuestro gusto y llevar a nuestro equipo desde lo más bajo hasta la gloria internacional.


Lo interesante es que este año no se queda solo en esa libertad absoluta, sino que añade un componente que refresca la fórmula: los desafíos. Inspirados en lo que hemos visto en juegos como Football Manager, ahora el propio título plantea escenarios concretos que van desde objetivos deportivos —como ganar cierta cantidad de partidos o clasificar a un torneo específico— hasta limitaciones creativas que obligan a replantear estrategias. Esto añade una narrativa más dinámica que evita que el modo carrera se sienta estático o dependiente únicamente de la imaginación del jugador.
Estos desafíos no son simples adornos. Le dan una estructura adicional al progreso y, sobre todo, retan a salir de la zona de confort. Lo que antes dependía de la disciplina personal (“solo fichar jugadores jóvenes”, “armar un equipo con talento local”) ahora lo presenta el propio juego como un marco oficial, con recompensas y consecuencias. Y lo mejor es que EA promete que este sistema recibirá actualizaciones periódicas, lo que significa que el modo carrera puede estar en constante evolución durante todo el año, algo que lo convierte en un espacio vivo y atractivo.


En conjunto, este rediseño hace que el modo carrera sea más que un simulador de gestión: es un laboratorio narrativo que mezcla libertad con retos guiados. Para los que buscan un juego que dure todo el año sin necesidad de invertir en FUT o en el competitivo online, EA Sports FC 26 ofrece aquí una experiencia sólida, variada y con la promesa de seguir creciendo. Si EA cumple con esa idea de escuchar a la comunidad, este modo puede convertirse en uno de los pilares más importantes de la saga en mucho tiempo.
El corazón online: Clubes y Ultimate Team siguen marcando el camino
Aunque EA Sports FC 26 llegó con la promesa de escuchar a todos los jugadores, los modos en línea mantienen la fórmula que ya conocemos. Tanto Clubes como Ultimate Team continúan siendo los pilares de la experiencia competitiva y, en este caso, solo se pueden jugar con el estilo clásico de la saga: rápido, frenético y diseñado para aprovechar al máximo las habilidades y la velocidad en la cancha.
En Clubes, la experiencia vuelve a girar en torno al progreso compartido. Crear a tu futbolista, personalizarlo con detalle y competir junto a un grupo de amigos o con otros jugadores sigue siendo una de las experiencias más completas que ofrece el título. Aquí no hay cabida para partidos pausados ni tácticas demasiado elaboradas: todo está pensado para la acción inmediata, con el mismo ritmo vertiginoso que se ha convertido en sello de la franquicia.


Ultimate Team, por su parte, refuerza esa mezcla de estrategia y coleccionismo que lo ha vuelto adictivo desde hace años. Construir plantillas con figuras de distintas ligas y épocas mantiene la frescura, ahora acompañada de retos dinámicos que cambian cada pocos días para incentivar combinaciones nuevas. También se ajustó el sistema de química, que ahora premia más la coherencia de un estilo de juego que el simple hecho de acumular estrellas en el once inicial.
El tema de las microtransacciones sigue presente, pero EA introdujo más caminos gratuitos para obtener sobres y recompensas. No desaparece la sensación de que invertir dinero real acelera el progreso, pero se percibe un intento por equilibrar la balanza y hacer que todos los jugadores, sin importar cuánto gasten, encuentren motivos para regresar cada semana.


Las eterna promesa
Cada año, EA Sports asegura que su nueva entrega representa “el salto definitivo” en la simulación del fútbol, y EA Sports FC 26 no es la excepción. La lista de promesas es amplia: regates más sensibles y precisos, una inteligencia artificial que se coloca mejor en el campo para cerrar espacios, carreras más explosivas al ajustar la forma en que los jugadores trazan curvas y un sistema de animaciones que se expande con miles de movimientos adicionales. Sobre el papel, todo luce espectacular.
Uno de los apartados más señalados es el de los porteros. Durante años han sido muy criticados, pero en esta edición EA promete que reaccionarán con mayor inteligencia, evitando los goles “predeterminados” que frustraban a los jugadores. Según la compañía, no se trata solo de hacer que vuelen más, sino de darles un comportamiento realista: pasos medidos, mejor colocación y atajadas más naturales, producto de miles de horas de captura de movimientos y ajustes con inteligencia artificial.


Lo mismo sucede con los tiros y los pases. Se habla de mayor precisión en los disparos desde media y larga distancia, un mejor control de los balones divididos y un mayor equilibrio entre ataque y defensa. Sobre el papel, son cambios que deberían hacer cada partido más justo, menos predecible y más emocionante. Sin embargo, quienes llevamos años jugando sabemos que estas mejoras no siempre son tan notorias como se anuncian.
Al final, todas estas promesas suenan familiares. Puede que los avances sean reales, pero la verdadera prueba no estará en los comunicados de EA, sino en lo que la comunidad descubra en las primeras semanas. Solo entonces sabremos si realmente se corrigieron esos goles imposibles de detener, si los regates se sienten más naturales o si, como tantas veces, volverá a encontrarse “la jugada rota” que define el meta del juego.


Mejorando al equipo cada temporada
Visualmente, EA Sports FC 26 sigue siendo un espectáculo. Cada entrega ha buscado acercarse más a una transmisión televisiva y esta vez lo logra con nuevos ángulos, escenas y animaciones que enriquecen la experiencia. Los modelados de los jugadores son más expresivos, las entradas a los estadios mantienen ese toque cinematográfico y los festejos incluyen variaciones que le dan frescura a cada partido. Las repeticiones también evolucionan: ahora podemos elegir entre ver un compilado de highlights o la repetición tradicional con un menú partícular.
A esto se suman cientos de nuevas animaciones, no solo en goles o celebraciones, sino también en jugadas intermedias como faltas, choques o reacciones defensivas. Esa acumulación constante de pequeños detalles hace que, a ratos, la línea entre videojuego y fútbol real se difumine como nunca antes. Es cierto, todavía hay momentos en que los movimientos parecen demasiado robóticos o predecibles, pero la sensación general es que cada año el juego pule más ese “techo” hacia lo realista.


En lo sonoro, la narración de Fernando Palomo y Mario Kempes sigue siendo la voz oficial del fútbol digital para Latinoamérica. Aunque el grueso del repertorio es el mismo de años anteriores, se han añadido comentarios puntuales que se descubren conforme pasan los partidos, pero igual no se nota un cambio destacado. La banda sonora, como siempre, divide opiniones: algunos encontrarán himnos instantáneos en sus listas, otros preferirán silenciarla y jugar en completo silencio. La ventaja es que, como en ediciones pasadas, podemos personalizar qué canciones suenan y cuándo.
La presentación global refuerza la idea de que EA Sports FC 26 no busca romper con lo establecido, sino afinarlo. Desde los gráficos televisivos hasta el realismo en las animaciones, cada detalle empuja la experiencia hacia un producto más sólido y pulido, aunque sin llegar a la revolución que algunos quisieran ver. Esperemos que en el caso de México se pueda integrar la Liga MX en un futuro como tanto se ha mencionado en los últimos meses.


Al final, FC 26 no es solo “otro año más” en la franquicia: es un recordatorio de por qué sigue siendo el referente en juegos de fútbol. Visualmente es espectacular, jugablemente se siente más variado, y en su propuesta general logra que tanto veteranos como recién llegados encuentren un punto de entrada cómodo. Esa sensación de confianza y solidez es quizá el verdadero triunfo de esta entrega.
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Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://www.xataka.com.mx/analisis/ea-sports-fc-26-reconciliacion-jugadores-que-estaban-olvidados-que-quieren-jugar-offline