medio siglo después, este Chevrolet Vega volvió a nacer

En el corazón de Seward, Nebraska, un bloque de concreto de 45 toneladas ocultaba un secreto que la historia se negó a olvidar. Dentro dormía un Chevrolet Vega 1975, nuevo, sin un solo kilómetro, sellado como parte de la cápsula del tiempo más grande del mundo. Medio siglo después, el pasado volvió a abrir los ojos y lo hizo al ritmo de motores, aplausos y asombro.
El responsable de esta hazaña fue Harold Davisson, un comerciante local que en 1975 decidió guardar algo más que objetos: quiso conservar la esencia de su época. Mandó construir una bóveda subterránea reforzada, coronada por una pirámide metálica, y en su interior colocó un Vega recién salido de agencia, además de 5,000 artículos que definían la vida cotidiana en los años setenta.
El 4 de julio de 2025, cinco décadas después, se cumplió su promesa. Cuando los trabajadores retiraron la última capa de concreto, emergió la cápsula intacta. Dentro, el Chevrolet Vega brillaba con su pintura color amarillo y el olor a nuevo que sobrevivió al tiempo. La escena parecía salida de una película: un auto que nunca rodó convertido en testimonio físico de una era que se fue sin volver.
El Vega había nacido como el intento de General Motors por crear un compacto accesible que enfrentara a los modelos japoneses y europeos. Montaba un motor de cuatro cilindros, tracción trasera y diseño de líneas rectas que combinaba simplicidad con cierto aire deportivo. En su tiempo fue duramente criticado por fallas mecánicas, pero la ironía es que hoy ese mismo modelo despreciado se volvió un ícono de resistencia.
Chevrolet Vega dentro de la bóveda subterránea reforzada.
El interior conserva los asientos de vinil, el tablero sin grietas y los emblemas cromados sin señales de desgaste. Solo el volante muestra el paso del tiempo. Según medios locales, la cámara no fue hermética, aunque la pirámide exterior protegió el vehículo de filtraciones y temperaturas extremas, lo que permitió su sorprendente conservación.
Entre los objetos hallados en la cámara de concreto se encontraron cartas, juguetes, utensilios de cocina, discos y fotografías familiares. Algunos se dañaron por la humedad, pero la mayoría se mantiene intacta. Los descendientes de Davisson trabajan para identificar a las familias originales y devolverles parte de la historia que dejaron enterrada hace 50 años.


Un auto que volvió a la vida tras 50 años enterrado.
La cápsula del tiempo contenía un par de sopresas más en su interior
El hallazgo también reveló otra sorpresa: un Toyota Corolla y una motocicleta Kawasaki que acompañaron al Vega en su encierro. Ambos se retiraron durante los preparativos de la apertura, aunque el Chevrolet fue el verdadero protagonista por su condición de auto nuevo en pleno 2025. Una cápsula sellada que hoy vale más por su historia que por su potencia.
El Chevrolet Vega se prepara para ser exhibido en el desfile del Día de la Independencia de Seward, como símbolo de memoria colectiva y testimonio de una época donde el futuro se imaginaba brillante y metálico. Los lugareños lo ven como un milagro mecánico, un coche olvidado que volvió a nacer con la misma carrocería que lo vio partir.


Chevrolet Vega 1975.
A nadie le queda duda de que este Chevrolet Vega ya superó su propia mala fama. Lo que fue considerado uno de los autos más fallidos de los setenta hoy se transformó en una joya arqueológica sobre ruedas. Un recordatorio de que incluso un fracaso puede convertirse en leyenda si logra sobrevivir al paso del tiempo.
Fotos | Seward County Independent
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