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Por primera vez podríamos estar ante un agujero negro que devora a una estrella desde adentro

Astrónomos creen que la última gran señal de radiación gamma (GRB, por su nombre en inglés) que recibieron desde el espacio profundo resulta tan inusual que, para explicarla, deben imaginar nuevos tipos de fenómenos cósmicos. Entre todas las hipótesis disponibles, la más llamativa propone que un agujero negro devora una estrella desde dentro.

Los GRB consisten en disparos estrechos de energía extremadamente alta que ocurren en lapsos muy breves. Revelan eventos cósmicos como el choque entre objetos compactos (agujeros negros o estrellas de neutrones) o el colapso de estrellas masivas. Desde la Tierra se perciben como un “flash” fugaz en la bóveda celeste que dura segundos o minutos. Los científicos los clasifican según el nivel de energía que liberan.


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En julio, el telescopio espacial Fermi Gamma-Ray Burst Monitor detectó un GRB anómalo. La señal 250702B se repitió al menos cuatro veces en menos de 28 horas. Por lo general, los disparos ocurren una sola vez con gran intensidad y no vuelven a brillar. Este, en cambio, mostró señales de periodicidad, una duración inusual y un origen inesperado: lejos del centro galáctico. Por ahora, nadie ha logrado explicar su naturaleza.

De acuerdo con una anotación de la revista Science, durante la última semana de septiembre y la primera de octubre aparecieron al menos media docena de artículos independientes que intentan explicar el GRB 250702B. Tres de ellos, aún en revisión por pares, proponen escenarios de contacto entre una estrella y un agujero negro, aunque varía el tipo de interacción.

Una hipótesis sugiere que una enana blanca perdió masa cada vez que se acercó demasiado a un agujero negro de masa intermedia. Al final, el astro desapareció y liberó al entorno las señales extrañas que ahora observan los astrónomos. Otra plantea que un objeto compacto pasa cerca de una estrella y la consume poco a poco. Si una señal vuelve a llegar desde el mismo sitio, podría confirmarse este supuesto. La tercera afirma que un agujero negro de masa estelar alcanzó a una estrella moribunda y comenzó a absorberla desde dentro. Esta última es la que, por momentos, parece encajar más con el comportamiento de GRB 250702B.

Ningún escenario se impone sobre los demás. Con los datos actuales, los científicos no pueden confirmar ni descartar ninguna de las hipótesis. Por ahora, seguirán monitoreando el firmamento en busca de otro GRB que se repita como lo hizo el 250702B, con la esperanza de comprenderlo mejor.

La primera detección de un GRB ocurrió en 1967, gracias a satélites militares de Estados Unidos. Desde entonces, los astrónomos han registrado cerca de 10,000 eventos energéticos. Aunque estos fenómenos ocurren con frecuencia en escala cósmica, solo unos pocos apuntan hacia la Tierra y pueden ser observados.

El evento The BOAT (GRB 221009A), detectado en 2022, mantiene el récord del GRB más energético. Duró más de 10 horas, ocurrió a 2,400 millones de años luz y liberó una energía colosal, con fotones individuales de hasta 100 Gigaelectronvoltios. Al menos 10 telescopios espaciales lo observaron y algunos de sus instrumentos quedaron saturados.

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Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://es.wired.com/articulos/la-ultima-rafaga-de-rayos-gamma-que-provino-del-espacio-podria-revelar-eventos-cosmicos-nunca-antes-vistos

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