Tiene 100 años, sigue asistiendo al gimnasio y este es su secreto para una vida larga

Durante siglos, la humanidad ha estado obsesionada con vivir tantos años como sea posible (o para siempre). Esto ha quedado plasmado en figuras míticas como Matusalén o Gilgamesh. En el siglo V a.C., Herodoto escribió acerca de una supuesta fuente de la juventud ubicada en Etiopía o Somalia. En la literatura, dicha obsesión fue abordada en su aspecto más oscuro por escritores como J.R.R. Tolkien. En su obra póstuma, El Silmarillion, se narra la historia de los hombres de Númenor, cuyo temor a la muerte los llevó a caer en los engaños de Sauron y desafiar a los Valar, con consecuencias desastrosas.

¿Cuál es, entonces, el verdadero secreto para alcanzar la longevidad? Lo cierto es que no depende de magia ni de secretos arcanos. En realidad, muchas veces la genética juega un papel muy importante, pero no siempre es así. Muchas veces todo depende de los hábitos y el estilo de vida. Si no, que le pregunten a Ruth Lemay, una mujer estadounidense que, a sus 100 años de edad, aún asiste al gimnasio.

La rutina para vivir 100 años

La historia de Ruth se hizo viral recientemente por un video publicado en la cuenta de Instagram evrydayclub. En la publicación, que ya acumula más de 600,000 «me gusta», la mujer, originaria de Virginia Beach, confesó que asiste al gimnasio tres veces por semana, acompañada de su hija, Annette Parker, de 78 años. 

La rutina de Lemay incluye pedalear una hora en bicicleta estática y caminar más de un kilómetro y medio en la pista (en su juventud solía caminar hasta seis kilómetros y medio, según recoge el HuffPost). Esta mujer vive en su propia casa, le gusta cocinar (aunque ya no lo hace). Condujo un coche hasta los 98 años y una vez trabajó como modelo. 

Ruth, que nació en 1925, dijo al medio Today que todas las mañanas hace estiramientos en casa: elevaciones de rodillas, patadas y levantamiento de pesas ligeras. Los días que no va al gimnasio, la mujer camina por su casa los días. Confesó que fue su difunto esposo —con quien estuvo casada durante 56 años— el que la animó a caminar: «Me dijo: ‘Llévate al perro a pasear y yo te preparo la cena’. Fue maravilloso» .

La dieta también importa

Por supuesto, no solo basta con hacer ejercicio. Annette Parker, su hija y cuidadora, contó que la alimentación saludable es “muy, muy importante” para Ruth. «Ella siempre ha sido muy consciente de su dieta y de lo que come«, señaló al medio estadounidense. Su dieta se basa en un desayuno de yogur sin grasa, nueces y avena con plátano y leche. En cuanto a proteínas, consume principalmente pollo, pavo o mariscos. También consume verduras y frutas, como col, maíz, uvas rojas y arándanos. 

A pesar del estricto control en su dieta, Lemay admite que tiene un placer culposo: los hot dogs. «Es mi único capricho semanal. Me gustan los perritos calientes, así que me como dos«, confesó. Si te preguntas qué papel juega la genética en la longevidad de Ruth Lemay, lo cierto es que, como señala Marca, en su familia no hay antecedentes. Su madre falleció a los 65 años y su padre a los 74. La mujer ha llegado a vivir más que ellos gracias a sus hábitos saludables. 

Annette cuenta que su madre es una persona sociable, que ama la atención y es feliz al compartir filosofía y estilo de vida con todo aquel que pregunte. «Ella es muy, muy sociable y muy receptiva, y la gente responde bien a ella«. Madre e hija asisten a cumpleaños, celebraciones y reuniones navideñas en su círculo de amigos y tienen visitas planeadas cada fin de semana.