Ciberseguridad inteligente para una continuidad operativa sin interrupciones

La ciberseguridad ya no es un tema exclusivo del área de TI. Se ha convertido en un imperativo para la continuidad del negocio, especialmente en entornos industriales y de misión crítica.
La creciente digitalización en la industria ha transformado la manera en que las organizaciones gestionan su infraestructura crítica y la ciberseguridad.
Para José Alberto Llavot, Gerente de Preventa y Desarrollador de Negocios en Schneider Electric para México y Centroamérica. La convergencia entre sistemas de operación (OT) y plataformas de tecnologías de la información (IT) ha impulsado nuevas eficiencias, pero también ha abierto la puerta a amenazas más complejas. La superficie de ataque es cada vez más amplia, especialmente en entornos híbridos y distribuidos.
De acuerdo con el informe OT Cybersecurity Year in Review 2024, los ataques de ransomware contra organizaciones industriales crecieron un 87 % en un solo año, y más del 60 % de los grupos cibercriminales apuntaron específicamente a sistemas OT e ICS. Esto ha convertido la ciberseguridad en una condición indispensable para garantizar la continuidad operativa.
Una arquitectura de protección distribuida
Los ataques ya no se limitan al perímetro digital; afectan directamente la operación física. Las interrupciones en energía, refrigeración o conectividad pueden tener un impacto tan grave como una brecha de datos. En este contexto, proteger la infraestructura crítica exige un enfoque más allá de lo reactivo: uno que combine inteligencia, automatización, análisis de riesgos y resiliencia embebida en cada nivel del sistema.
Esta visión requiere integrar tecnologías de respaldo energético, monitoreo continuo y software especializado que facilite la gestión segura y eficiente, incluso a distancia. La clave no es solo detectar amenazas, sino anticiparse a ellas.
Zonas de influencia y responsabilidad compartida
En la práctica, una estrategia eficaz de ciberseguridad requiere entender los distintos frentes desde donde puede originarse una vulnerabilidad. Por ello, se recomienda abordar la protección desde cuatro zonas de influencia:
- Personas: errores humanos siguen siendo responsables del 95 % de los incidentes. La capacitación constante y la cultura de reporte son esenciales.
- Empresa: segmentación de redes, controles de acceso y monitoreo predictivo ayudan a reducir puntos de entrada.
- Proveedores: la cadena de suministro debe auditarse para garantizar confianza y cumplimiento.
- Clientes y reguladores: el cumplimiento normativo y la transparencia fortalecen la reputación y previenen sanciones.
El papel de la inteligencia operativa y la IA
La tecnología juega un rol decisivo, y no solo en términos de hardware. La inteligencia operativa permite traducir datos en decisiones rápidas y precisas. Herramientas como el cyberscoring —que evalúan continuamente el nivel de exposición al riesgo— y plataformas que automatizan actualizaciones de firmware, son esenciales para cerrar brechas antes de que sean explotadas.
Por su parte, la inteligencia artificial permite dar un paso más allá. A través de algoritmos predictivos es posible anticipar fallos, detectar anomalías en el comportamiento energético y realizar ajustes en tiempo real, antes de que un problema escale. Esta combinación de analítica y automatización convierte a la ciberseguridad en un componente activo del negocio, no en un gasto pasivo.
EcoStruxure IT: visibilidad, sostenibilidad y protección
En entornos donde la infraestructura es distribuida, híbrida y cada vez más crítica, soluciones como EcoStruxure IT se convierten en aliadas estratégicas. Este portafolio de gestión inteligente incluye herramientas como:
- IT Expert: plataforma basada en la nube que permite mantenimiento predictivo con recomendaciones automatizadas.
- Data Center Expert: monitoreo escalable que centraliza y distribuye información crítica.
- IT Advisor: planificación, modelado y optimización de espacios físicos de data center.
- NetBotz: monitoreo ambiental y control de acceso físico, integrando ciberseguridad y seguridad física en un solo sistema.
Estas soluciones están diseñadas para reducir el tiempo de inactividad, ofrecer visibilidad en tiempo real y facilitar el cumplimiento normativo, incluyendo estándares de protección de infraestructura crítica.
Oportunidades para el canal tecnológico
El avance hacia entornos más seguros no depende únicamente de los fabricantes. La responsabilidad de llevar estas soluciones al mercado recae en el canal de distribución. Para mayoristas, integradores y revendedores, esto representa una oportunidad concreta de evolución profesional.
Hoy, el canal puede asumir un rol activo en:
- Diseñar arquitecturas seguras desde el origen.
- Implementar soluciones híbridas con monitoreo predictivo.
- Brindar servicios postventa con enfoque en resiliencia y cumplimiento.
- Asesorar a clientes en la adopción de software de gestión, visibilidad y seguridad.
Estimaciones de Mordor Intelligence, el mercado global de servicios de seguridad gestionada superará los USD 69 mil millones para 2030, creciendo a una tasa compuesta anual de 12.54 % desde 2025. Esta tendencia demuestra que la demanda por arquitecturas seguras, escalables y orquestadas continuará al alza, y con ella, las oportunidades para un canal que pueda ofrecer valor más allá de la integración técnica.
La ciberseguridad ya no es un tema exclusivo del área de TI. Se ha convertido en un imperativo para la continuidad del negocio, especialmente en entornos industriales y de misión crítica. Aquellos actores —especialmente del canal— que entiendan este nuevo paradigma y construyan soluciones integrales que combinen inteligencia, resiliencia y automatización, no solo protegerán la operación de sus clientes: fortalecerán su posición en el mercado del futuro.
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