Código Futuro: Sam Altman admite que Google (y su Nano Banana) están ganando esta ronda

Hola, bienvenidos a Código Futuro.
Soy Anna Lagos, saludos desde la redacción de WIRED. Si algo nos ha enseñado Silicon Valley es que la paranoia impulsa la innovación. Esta semana, esa ansiedad tiene una nueva dirección: las oficinas de OpenAI.
La narrativa de invencibilidad de Sam Altman comienza a mostrar fisuras. Según reportes de The Information, Altman envió un memo interno advirtiendo a su equipo sobre «vibras difíciles» (rough vibes) y vientos económicos en contra. No es modestia: es miedo. Google ha llegado con una fuerza técnica que pocos esperaban tan pronto. Gemini 3 y su modelo de imagen con el nombre más improbable de la historia: Nano Banana Pro.
Nano Banana, a la cabeza de la generación visual
Nano Banana ha puesto a Google a la cabeza de la generación visual. Construido sobre la arquitectura de Gemini 3, este modelo no solo genera imágenes en 4K y permite editar con una precisión de cirujano, sino que ha resuelto el talón de Aquiles de sus predecesores: el texto. Por fin, una IA que entiende la tipografía y el diseño gráfico, integrando además conocimiento del mundo real a través de Google Search.
Mientras OpenAI lucha con los límites de escalado de GPT-5, Google parece haber encontrado la fórmula del preentrenamiento que a Altman se le escapa. La respuesta de OpenAI es apostar por la «investigación automatizada» y datos sintéticos, e incluso se rumora de un modelo secreto llamado «Shallotpeat» para intentar nivelar la balanza.
Shopping Research dentro de ChatGPT
Pero la estrategia de OpenAI no es solo técnica, es comercial. En un intento por diversificar su dominio, han lanzado Shopping Research dentro de ChatGPT. La visión es clarísima: convertir al chatbot más famoso del mundo en el centro neurálgico del consumo, saltándose a Google y Amazon para ofrecer guías de compra hiperpersonalizadas. Es una apuesta agresiva para capturar el ciclo completo de venta antes de que lleguen los anuncios, pero quizás no sea suficiente para calmar a los inversores si la tecnología base se queda atrás.
Esta carrera tecnológica está ocurriendo en un escenario geopolítico que ha cambiado drásticamente.
Trump y la Misión Apolo de la IA
El presidente Donald Trump firmó esta semana una orden ejecutiva que la Casa Blanca compara con el programa Apolo: una movilización masiva de supercomputación federal para comprimir décadas de descubrimientos científicos en días. No es casualidad que, casi al unísono, Amazon haya anunciado una inversión faraónica de 50,000 millones de dólares para construir centros de datos enfocados en defensa e inteligencia.
El complejo militar-tecnológico se está consolidando ante nuestros ojos, con herramientas como el sistema Locus de Intology o el agente Edison Analysis, que ya realizan tareas de I+D superando a expertos humanos.
Incluso OpenAI mostró a GPT-5 resolviendo problemas matemáticos de hace décadas. La ciencia se está acelerando, pero está cada vez más militarizada y privatizada, al menos en el bloque occidental.
Sam Altman y Jony Ive confirmaron por fin su misterioso diseño
Y mientras la IA conquista laboratorios y servidores gubernamentales, también quiere colonizar nuestros bolsillos y nuestros hogares. Sam Altman y el legendario diseñador Jony Ive confirmaron por fin que el diseño de su misterioso dispositivo de IA está listo y podría llegar en menos de dos años, prometiendo ser el sucesor del smartphone.
Microsoft no se queda atrás y lanzó Fara-7B, un modelo lo suficientemente ligero para vivir en tu laptop y realizar tareas autónomas sin depender de la nube, mientras que Amazon lleva su Alexa+ a Canadá y Perplexity invade Android con su navegador Comet.
DERECHOS DE AUTOR
Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://es.wired.com/articulos/codigo-futuro-sam-altman-admite-que-google-y-su-nano-banana-estan-ganando-esta-ronda




