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La ciencia revela que un cerdo prehistórico del tamaño de un humano podía triturar huesos con la misma potencia que un león actual

Los gigantescos Archaeotherium, mejor conocidos como “cerdos infernales”, están volviendo a llamar la atención científica gracias a un análisis dental que sugiere que estos mamíferos extintos tenían dietas mucho más diversas de lo que imaginábamos.

Según Live Science, una investigación preliminar presentada en la reunión anual de la Sociedad de Paleontología de Vertebrados 2025 indica que los ejemplares grandes podían triturar huesos como leones y hienas actuales, mientras que los más pequeños se enfocaban en desgarrar materiales más blandos, como carne o vegetación tierna.

Los cerdos del infierno eran tan altos como un humano y podían pesar más de una tonelada

Según el medio, los Archaeotherium recibieron su apodo por su aspecto intimidante: criaturas parecidas a enormes cerdos que podían alcanzar el tamaño de un humano en cuatro patas y superar los 1,000 kilogramos. Vivieron entre hace 37 y 23 millones de años y aunque recuerdan vagamente a un cerdo moderno, están más emparentados con hipopótamos y ballenas que con los cerdos actuales.

La investigadora Brynn Wooten, candidata a doctora en la Universidad de Vanderbilt, explicó que estos animales tenían una cabeza que representaba alrededor del 30% del largo de su cuerpo, pero un cerebro diminuto: “Tenían cabezas enormes, pero cajas craneales diminutas”, dijo a Live Science, lo que los hacía animales bastante torpes intelectualmente.

Archaeotherium

Un análisis dental en 3D revela estrategias alimenticias distintas según el tamaño

El equipo de Wooten analizó dientes provenientes de Nebraska, Oregón, Colorado y Dakota del Sur y utilizaron microdesgaste dental en 3D para determinar el tipo de alimentos consumidos. Los análisis mostraron que los Archaeotherium grandes presentaban desgaste similar al de leones e hienas modernas, lo que indica trituración de huesos y materiales duros. Por el contrario, los pequeños mostraban patrones asociados con el corte de alimentos blandos.

Esta diferencia, propuesta por primera vez en esta investigación, sugiere que las especies coexistían sin competir directamente por la misma comida y que ocupaban nichos diferentes en los ecosistemas norteamericanos.

Omnivoros pendencieros y parientes de ballenas, según la paleontología moderna

El Museo de Historia Natural de la Universidad de Colorado describe al Archaeotherium como un entelodonte omnívoro que coexistió con caballos primitivos y rinocerontes. Podía superar los dos metros de longitud y poseía mandíbulas largas con molares bunodontes, típicos de una dieta variada. También señala que se han encontrado huesos de Poebrotherium con perforaciones que coinciden con premolares de Archaeotherium, evidencia de que probablemente los cazaban o carroñeaban.

Archaeotherium Sp Tmp 2019 003 0004 Royal Tyrrell Museum Drumheller Alberta 2025 07 13
Archaeotherium Sp Tmp 2019 003 0004 Royal Tyrrell Museum Drumheller Alberta 2025 07 13

Además, estudios en 2008 y 2009 demostraron que los entelodontes no son parientes cercanos de los cerdos modernos, sino que pertenecen al clado Whippomorpha, donde también están los hipopótamos y las ballenas.

De acuerdo con la revista Muy Interesante, los cerdos del infierno no eran simples depredadores sanguinarios, sino carroñeros agresivos capaces de comer prácticamente cualquier cosa: raíces, plantas, carne, huesos y carroña. Su éxito evolutivo se debió a su versatilidad alimenticia, aunque su reinado acabó hace unos 16 millones de años por cambios climáticos y competencia con nuevos depredadores más eficientes.

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Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://www.xataka.com.mx/investigacion/ciencia-revela-que-cerdo-prehistorico-tamano-humano-podia-triturar-huesos-potencia-que-leon-actual

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