Adiós smartwatches: los wearables de nueva generación leen tu cerebro

Hace diez años, un Fitbit era el dispositivo wearable más sofisticado que se podía tener. Un poco más tarde, el Apple Watch no tardó en desbancarlo, convirtiéndose rápidamente en el reloj inteligente más vendido del mundo. Luego llegó el anillo Oura, más elegante y discreto que los anteriores.

Dispositivos wearables para la cabeza

Ahora hay una nueva generación de dispositivos para llevar puestos, construidos para la cabeza. En lugar de registrar el número de pasos, la frecuencia cardíaca y la temperatura de la piel, estos dispositivos están diseñados para leer las ondas cerebrales. Utilizando la electroencefalografía, o EEG, detectan los impulsos eléctricos producidos por el cerebro y utilizan la inteligencia artificial para darles sentido.

Elemind para la calidad del sueño

Por ejemplo, Elemind. En lugar de limitarse a registrar el sueño, el dispositivo de esta empresa de Cambridge, Massachusetts, pretende mejorarlo. La diadema de 350 dólares de Elemind parece sacada de Star Trek y está diseñada para mejorar la calidad del sueño. Detecta las señales cerebrales de una persona para saber si está dormida o despierta y emite un tipo de estimulación acústica conocida como ruido rosa para que el cerebro pase de patrones de vigilia a ondas delta, que representan un sueño más profundo. En un pequeño ensayo con 21 participantes, el dispositivo ayudó a más de tres cuartas partes a conciliar el sueño más rápidamente.

Neurable para mejorar la productividad

Si eres de los que prefieren trabajar de forma más inteligente, puedes comprar unos audífonos de 500 dólares de la empresa Neurable, con sede en Boston, que te ayudarán a mejorar tu productividad. Equipados con sensores EEG, los auriculares registran la actividad cerebral asociada a la concentración, es decir, las ondas beta, para indicar al usuario lo concentrado que está. Cuando los probé el año pasado, confirmaron lo que ya sospechaba; mis horas de trabajo más concentradas son por la mañana. El dispositivo también te anima a tomarte un descanso ocasional si cree que has estado demasiado tiempo concentrado, una función que agradezco como persona que pasa mucho tiempo delante de la pantalla de la computadora.

Vision Pro controladas por ondas cerebrales

Apple también se está introduciendo en la tecnología cerebral para llevar puesta. La compañía registró una patente en 2023 para unos AirPods con sensor EEG, aunque todavía no han salido al mercado. A principios de este año, sin embargo, Apple presentó una nueva función de accesibilidad para permitir que sus Vision Pro se controles con ondas cerebrales en lugar de movimiento físico. Esto significa que las gafas de realidad aumentada pueden integrarse ahora con interfaces cerebro-computadora (BCI), sistemas que leen las señales cerebrales para permitir a los usuarios controlar dispositivos con el pensamiento.

Cognixion

Una empresa de neurotecnología, Cognixion, ya está aprovechando la nueva función de Apple. Esta empresa de Santa Bárbara, California, ha creado una aplicación de realidad aumentada que funciona con las Apple Vision Pro y una diadema personalizada que detecta señales cerebrales. Por ahora, Cognixion se centra en utilizar la tecnología para ayudar a restablecer la comunicación en personas con problemas de habla debidos a parálisis. Pero no es difícil imaginar que unas Vision Pro equipadas con una BCI puedan ser adoptadas por un público más amplio para cosas como jugar o enviar mensajes de texto con la mente.

Elata Biosciences y el código abierto

A principios de este año hablé con Andreas Melhede, de Elata Biosciences, que está construyendo lo que él denomina el «internet abierta de los cerebros«, una red de código abierto en la que cualquiera puede crear una aplicación neuronal que funcione en un dispositivo EEG. La organización sin fines de lucro creó su propio dispositivo y una aplicación Pong, que mostró este otoño durante una conferencia sobre criptomonedas en Singapur. Unas 30 personas se reunieron en el patio de un restaurante para competir en un torneo de Pong, pero en lugar de controles manuales, los competidores llevaban unos audífonos que registraban sus señales cerebrales. Su objetivo: golpear una pelota en una pantalla con la pala utilizando solo sus pensamientos.

Pong se ha utilizado como prueba de concepto en otros experimentos de BCI, entre ellos el de Neuralink. Melhede me contó que el torneo pretendía ser una forma divertida de introducir a la gente en la neurotecnología. Los desarrolladores ya han creado otras aplicaciones de juegos para la red Elata, y Melhede espera atraer también aplicaciones de investigación y bienestar. «Depende del usuario lo que quiera hacer y del desarrollador lo que quiera crear», asegura. Se inspiró para crear Elata después de ver a un ser querido sufrir depresión y ansiedad, y pensó que la neurotecnología para llevar puesta podía ser la respuesta.

Wearables y medicina

Otros fabricantes de wearables están tratando de obtener la aprobación reglamentaria como dispositivos médicos, como ha hecho Apple con varias funciones sanitarias de sus smartwatches. Flow Neuroscience, de Suecia, ha desarrollado unos auriculares que emiten un tipo de corriente eléctrica de baja intensidad llamada estimulación transcraneal por corriente directa para tratar la depresión. Una aplicación complementaria ofrece terapia conductual, orientación y seguimiento. El dispositivo fue aprobado en diciembre por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU (FDA) como el primer tratamiento domiciliario sin fármacos para el trastorno depresivo mayor disponible en ese país. También está aprobado en el Reino Unido, Europa, Australia y otros mercados. En un ensayo clínico con 174 personas, el 45% de los participantes que recibieron el dispositivo de Flow experimentaron una remisión de los síntomas a las 10 semanas, frente al 22% de los de un grupo de control que recibió una versión simulada. Flow espera que el dispositivo esté disponible en EE UU en la primavera de 2026. En el Reino Unido ya lo utiliza el Servicio Nacional de Salud.

Lectura del pensamiento y privacidad

Aunque cada vez es más posible que los BCI implantados descifren el habla interior y predigan algunos pensamientos inconscientes, ningún dispositivo portátil es lo bastante sofisticado para leer los pensamientos privados de una persona… todavía. Estos dispositivos de consumo se basan en la IA para ayudar a reconocer patrones específicos de ondas cerebrales asociados a determinados estados de ánimo. Pero esos datos de ondas cerebrales siguen siendo muy personales y pueden revelar mucho sobre el estado mental o emocional de una persona. Lo que plantea interrogantes sobre cómo se almacenarán y protegerán los datos recogidos por estos dispositivos. El cerebro es la última frontera de la privacidad. Como si los anuncios no estuvieran ya terriblemente orientados, imagínate que los fabricantes de dispositivos vendieran a terceros los datos neuronales de sus clientes. O que tu jefe supiera cuántos minutos de tu jornada laboral no estás del todo concentrado.

Nita Farahany, catedrática de Derecho y Filosofía de la Universidad de Duke y autora del libro Battle for Your Brain (La batalla por tu cerebro), sobre la nueva era del rastreo y el hackeo del cerebro, predice que la neurotecnología portátil acabará siendo omnipresente. «Se convertirán en algo habitual hasta el punto de que ni siquiera serán portátiles en el sentido de auriculares y cascos, sino pequeños tatuajes detrás de la oreja que se integrarán con todos los dispositivos», vislumbra. «Creo que es lo inevitable hacia dónde va: integración sin fisuras, cerebro a dispositivos».

Artículo originalmente publicado en WIRED. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.