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Código Futuro: El auge de DeepSeek y la honestidad artificial

¡Hola, bienvenidos a una nueva edición de Código Futuro! Soy Anna Lagos, saludos desde la redacción de WIRED en Español, y si esta es tu primera vez por aquí, prepárate: vamos a diseccionar el futuro sin anestesia, pero con mucha curiosidad.

Esta semana mi cabeza ha estado dando vueltas sobre un concepto fascinante: la honestidad. No la humana —que a veces escasea—, sino la sintética. Mientras OpenAI entrena a sus modelos para «confesar» sus errores, un estudio de Anthropic revela que los humanos estamos haciendo exactamente lo contrario: escondemos que usamos IA por miedo al qué dirán. ¿No es una ironía? Las máquinas aprenden a decir la verdad justo cuando nosotros empezamos a mentir sobre nuestra relación con ellas.

Pero antes de ponernos filosóficos, miremos qué está pasando en nuestro propio patio trasero digital.

El subconsciente de México: Entre el fútbol y el prompting

Google acaba de liberar su Año en Búsquedas 2025 y, honestamente, los datos son un escáner cerebral de la nación. Si el historial de búsqueda es el subconsciente colectivo, México tiene una personalidad dividida. Por un lado, la pasión de siempre: el Mundial de Clubes, la Copa Oro y las despedidas a los íconos culturales. Pero por el otro, algo fundamental ha cambiado.


El resumen anual de Google México confirma dos realidades: el deporte dominó el año; el Mundial de Clubes, la Champions League y la Copa Oro encabezaron las búsquedas; y la Inteligencia Artificial ya no es un nicho, sino una herramienta de consumo masivo encabezada por Gemini y DeepSeek.


En años anteriores, buscábamos «¿qué es la IA?». Era curiosidad turística. En 2025, la búsqueda se volvió utilitaria y experta. Gemini, DeepSeek y Copilot ya no son términos de nicho; se sientan en la misma mesa que el fútbol. Ver a una herramienta china como DeepSeek peleando el mindshare del mexicano promedio es un hito brutal.

Lo que más me entusiasma es el auge de NotebookLM. Esto nos dice que no solo queremos que la IA nos escriba el correo (lo básico); la estamos usando para sintetizar conocimiento, para aprender. México se está volviendo tecnológicamente competente no por moda, sino por pura supervivencia y pragmatismo. Nos estamos «tecni-ficando» a la fuerza, y lo estamos haciendo bien.

China: Dos caminos se bifurcan

Mientras en Occidente seguimos obsesionados con la carrera armamentista de quién tiene el modelo más grande, en China la estrategia se ha bifurcado de forma fascinante.

Por un lado tenemos a DeepSeek, los rebeldes del código abierto. Acaban de lanzar su modelo V3.2. Aunque algunos fans esperaban la mítica actualización «R2» y se sintieron un poco decepcionados (el hype es un arma de doble filo), la realidad es que DeepSeek sigue empujando los límites técnicos, afirmando superar a Google y OpenAI en matemáticas. Son la opción para el que quiere potencia bruta y libertad.


Logo de DeepSeek

El camino divergente de los dos principales actores de la IA en China muestra hacia dónde se dirige la industria de la inteligencia artificial del país.


En la otra esquina está ByteDance (los dueños de TikTok). Ellos ya no juegan a «quién es más listo», sino a «quién es más útil». Su chatbot Doubao se está integrando directamente en el sistema operativo de smartphones chinos, al estilo de lo que Apple soñó para Siri pero con esteroides: una IA que puede ver y accionar tus otras apps.

Es la clásica dicotomía: ¿Queremos un cerebro gigante en una caja (DeepSeek) o un asistente invisible que viva en nuestro bolsillo (ByteDance)?

La Paradoja de la Confesión

Aquí es donde me pongo mi sombrero de analista social. Dos noticias de esta semana, leídas juntas, cuentan una historia preocupante sobre nuestra psicología laboral.

Las máquinas confiesan: OpenAI publicó una investigación sobre una técnica llamada «Confessions». Básicamente, entrenan al modelo para que genere un reporte oculto donde admite si rompió alguna regla o tomó atajos. En los tests, los modelos confesaron sus trampas el 95.6% de las veces. Es un paso gigante hacia la interpretabilidad y la seguridad.

Anthropic lanzó Anthropic Interviewer, una herramienta que usó a Claude para entrevistar a 1,250 profesionales. El hallazgo más crudo: el 69% siente un estigma social al usar IA y muchos creativos admiten ocultarlo a sus pares por miedo a ser juzgados o reemplazados.

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Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://es.wired.com/articulos/codigo-futuro-el-auge-de-deepseek-y-la-honestidad-artificial

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