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Por qué la IA no puede arreglar la crisis de la amistad que dejaron las redes sociales

Pero el delirio podría haber sido por parte de las empresas de IA que creen que la respuesta a la soledad es enviar mensajes de texto con un chatbot.

Los más jóvenes, los adolescentes criados en las redes sociales, se enfrentan a resultados más desgarradores. El 72% de los más de 1,000 adolescentes estadounidenses encuestados han interactuado con compañeros de IA, según un informe de Common Sense Media, que se asoció con investigadores de Stanford para hacerse pasar por adolescentes y relacionarse con chatbots. En otra evaluación, los investigadores de Stanford descubrieron que era «fácil obtener diálogos inapropiados de los chatbots: sobre sexo, autolesiones, violencia hacia los demás, consumo de drogas y estereotipos raciales, entre otros temas». En septiembre, los padres de dos adolescentes que murieron por suicidio testificaron ante un subcomité del Senado estadounidense pidiendo una regulación para proteger a los jóvenes de los tipos de daños que, según ellos, los chatbots les causaron a sus hijos.

En medio de todo esto, la marea empezó a cambiar en contra de los amigos de la IA. Pew Research publicó un informe a mediados de septiembre en el que señalaba que el 50% de los encuestados creía que la IA empeoraría la capacidad de las personas para entablar relaciones significativas; solo el 5% creía que la IA las mejoraría.

«La construcción de relaciones requiere habilidades que no pueden crearse a través de las interacciones sin fricción que proporcionan los chatbots, como navegar por los conflictos, leer las señales no verbales, practicar la paciencia o experimentar el rechazo. Estos son aspectos desafiantes pero críticos del desarrollo de la inteligencia emocional y la competencia social», argumenta Irwin.

Los humanos estamos programados para querer conexión

La IA puede servir como un parche, pero, en última instancia, la mayoría de las personas seguirá buscando compañía humana. Puede que la tecnología provoque algún que otro divorcio, pero también es cierto que quienes mantienen relaciones con la IA suelen tener parejas reales. Si algo enseñó la pandemia de covid es que las conversaciones triviales con baristas o compañeros de metro son las que ayudan a sobrellevar el día a día. «Son cosas que no vamos a dejar de necesitar. Y son cosas que nunca serán tan buenas a través de una computadora», afirma Gabriel.

A finales de octubre, el anuncio de Friend en la estación de metro de mi barrio seguía recibiendo garabatos con regularidad, aunque, a esas alturas de la temporada, el mensaje escrito en él se había simplificado a un rotundo «no». En Halloween, un tecnólogo creativo llamado Josh Zhong se hizo semiviral gracias a un disfraz que consistía en un jersey blanco de cuello redondo con el anuncio de Friend impreso. A los compañeros de juerga de Zhong se les dieron rotuladores negros y se les permitió garabatear grafitis en la camiseta, tal como harían con los anuncios del metro.

Unos días después de Halloween, logré localizar a Zhong a través de una serie de etiquetas en Instagram y le pregunté por la inspiración del disfraz. «Mis colegas y yo odiamos la inteligencia artificial», escribió en un correo electrónico, y añadió que se trata de una tecnología intrínsecamente antisocial. El disfraz les permitía conectar y compadecerse con personas reales frente a una tecnología que se abre camino en sus relaciones. «Por desgracia, la gente quiere que la escuchen, pero no necesariamente quiere hacer lo mismo, así que resulta conveniente que los LLM no te agobien con sus problemas vitales», explica Zhong. Añade: «El suéter me hacía sentir como si yo estuviera prestando oídos para que la gente se desahogara y como si, al menos, a una persona le importara lo que tenían que decir sobre la IA».

Para eso están los amigos, ¿no es así?

Artículo originalmente publicado en WIRED. Adaptado por Alondra Flores.

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Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://es.wired.com/articulos/por-que-la-ia-no-puede-arreglar-la-crisis-de-la-amistad-que-dejaron-las-redes-sociales

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