Tuit a tuit, así es como explotó la guerra entre Trump y Musk

Elon Musk es muchas cosas: multimillonario, natalista, aspirante a gamer profesional. Dirige empresas gigantescas y sueña con colonizar Marte. Pero, sobre todo, Elon Musk es un amante de los posts en línea. Y, a medida que su relación con el presidente Donald Trump se disuelve en tiempo real, no pierde la oportunidad de compartirlo con sus seguidores.

La línea de tiempo resultante, un viaje caótico, malicioso e incendiario a través de los agravios del hombre más rico del mundo contra el presidente de Estados Unidos, debería consagrarse como un pasaje histórico: un asiento de primera fila para el aparente final de una asociación con consecuencias extraordinarias.

Uno dispara y el otro contesta

Después de que Musk criticara repetidamente el paquete legislativo de reconciliación presupuestaria «Big Beautiful Bill» del presidente, y los billones de dólares que añadirá al déficit, Trump acusó a Musk de preocuparse únicamente por la eliminación de un crédito para vehículos eléctricos (VE) que beneficia a Tesla. También sugirió que su relación se había deteriorado: «Elon y yo teníamos una gran relación. No sé si la seguiremos teniendo», expresó el republicano durante una rueda de prensa con el canciller alemán Friedrich Merz.

Entre las 10:19 a. m. y la 1:20 p. m., hora de Ciudad de México, Musk escribió 49 mensajes, reposts o respuestas. Eso equivale a un promedio de una nueva publicación cada 3.5 minutos durante un periodo de tres horas.

Todo empezó de forma sencilla. «Lo que sea», publicó Musk en X. «Mantengan los recortes a los incentivos para vehículos eléctricos y energía solar en el proyecto de ley, aunque no se toquen los subsidios al petróleo y al gas (¡muy injusto!), pero eliminen la MONTAÑA DE CERDO ASQUEROSO del proyecto. En toda la historia de la civilización, nunca ha habido una legislación que sea grande y hermosa. ¡Todo el mundo lo sabe! O recibes un proyecto de ley grande y feo, o uno delgado y hermoso. Delgado y hermoso es el camino».

Menos de media hora después, tras unos cuantos posts más inofensivos y en respuesta a un video de Trump diciendo que habría ganado Pensilvania independientemente de la ayuda de Musk, el magnate explotó: «Sin mí, Trump habría perdido las elecciones, los demócratas controlarían la Cámara y los republicanos estarían 51-49 en el Senado».

A partir de ahí, Musk repasó los éxitos: un juego de palabras flojo («Kill Bill») en alusión al paquete republicano, varios emojis de «llanto de risa», un cuestionario inútil, retuits empáticos… Las últimas horas han sido un repaso acelerado de su estrategia de publicación, perfeccionada durante años como propietario de X y uno de sus usuarios más fieles.

Trump no se quedó callado y publicó en Truth Social: «La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto, miles y miles de millones de dólares, es poner fin a los subsidios y contratos gubernamentales de Elon«. Posteriormente, publicó: «Elon se estaba ‘desgastando’, le pedí que se fuera, le quité su Mandato VE que obligaba a todo el mundo a comprar vehículos eléctricos que nadie quería (¡que él sabía desde hace meses que iba a hacer!), ¡y se volvió LOCO!»

Elon Musk afirma que la reforma fiscal de Trump es “una abominación repugnante”

La postura de Musk se da en un contexto en el que Trump presiona a senadores para que respalden una ley que reduciría fondos destinados a ayudas alimentarias, becas y servicios públicos de salud, además de disparar el coste de la deuda pública.

Del amor al odio, ¿solo hay un paso?

Musk respondió acusando a Trump de estar en los archivos de Epstein. Al momento de escribir estas líneas, ese hilo sigue activo. También afirmó que Space X comenzará a desmantelar la nave espacial Dragon, lo que privaría a la NASA de su transbordador predilecto hacia la Estación Espacial Internacional (EEI).

«No me importa que Elon se ponga en mi contra, pero debió haberlo hecho hace meses. Este es uno de los Mejores Proyectos de Ley presentados al Congreso», escribió Trump en Truth Social.

«Trump debería ser destituido y JD Vance debería reemplazarlo», opinó Ian Miles Cheong, un usuario de extrema derecha en X. «Sí», respondió Musk.

La disputa pública entre el hombre más rico del mundo y uno de los líderes más poderosos no muestra señales de desaceleración. Las consecuencias de este desencuentro podrían ser astronómicas: Musk vale cientos de miles de millones de dólares y ha demostrado que está dispuesto a usarlos para lograr sus propios fines políticos y personales. Por su parte, Trump tiene poder para impedir que muchas de las empresas de Musk obtengan lucrativos contratos gubernamentales.

Es un momento sin precedentes que probablemente nos lleve a situaciones impredecibles. Pero, sean cuales sean los giros que tome, al menos hay una certeza: los veremos desarrollarse públicamente.

Artículo publicado originalmente en WIRED. Adaptado por Alondra Flores.