Esta es la razón por la que los gatos duermen con el lado izquierdo del cuerpo hacia abajo

Los cerebros de muchos animales, incluidos los humanos, tienen funciones diferentes en los hemisferios derecho e izquierdo. Por ejemplo, el derecho es mejor para la cognición espacial y la respuesta inmediata a las amenazas, mientras que el izquierdo es mejor para el lenguaje y el análisis. Esta diferenciación funcional se conoce como «asimetría cerebral», adquirida durante la evolución.

Esta asimetría también se manifiesta en la postura durante el sueño, como ha demostrado un estudio reciente en gatos. Un equipo internacional de institutos de investigación de cinco países, entre ellos Italia y Alemania, analizó 408 videos publicados en YouTube para investigar de qué lado del cuerpo duermen los gatos. Descubrieron que aproximadamente el 65% de los felinos dormían con el lado izquierdo del cuerpo hacia abajo.

«Esta tendencia sugiere que los gatos no se dan la vuelta simplemente al azar, sino que existe un cierto patrón de comportamiento. La asimetría izquierda-derecha en el comportamiento puede ser el resultado de ventajas evolutivas debidas a que los dos hemisferios cerebrales asumen funciones diferentes», explica Onur Güntürkün, catedrático de la Universidad Ruhr de Bochum y especialista en neurofisiología.

¿Comportamiento seleccionado evolutivamente?

Los gatos pasan una media de 12-16 horas al día durmiendo. Además de ser depredadores, los felinos corren el riesgo de ser el blanco de depredadores más grandes. Esto significa que los gatos están indefensos ante los depredadores durante aproximadamente dos tercios de su vida. Por eso, la postura durante el sueño es fundamental para su supervivencia.

Güntürkün y su equipo se centraron en el hecho de que la postura izquierda-abajo durante el sueño permite al lado derecho percibir las amenazas. La información del campo visual izquierdo es procesada por el hemisferio derecho, que puede responder más rápidamente si un depredador o un objeto sospechoso aparecen a la vista en el momento de despertarse. Esto supone una gran ventaja, especialmente para los gatos que duermen en altitudes elevadas, a la hora de detectar un acercamiento desde abajo o desde el lateral.

Además, se sabe que el lado derecho del cerebro es superior en situaciones como la percepción espacial y la selección de rutas de escape. Su importancia en las decisiones y acciones inmediatamente después de despertarse del sueño es extremadamente alta. Por tanto, es probable que el hábito del gato de dormir con el lado izquierdo hacia abajo sea un comportamiento seleccionado evolutivamente más que un mero hábito.

Por supuesto, hay otros factores que pueden influir en este comportamiento. Por ejemplo, se ha informado de que el ganado doméstico es más propenso a acostarse con el lado izquierdo hacia abajo al final de la gestación. Sin embargo, no existen registros sobre el sexo o el estado de gestación de las gatas, y no se han obtenido pruebas suficientes para apoyar una relación causal.

La ciencia explica por qué los gatos aman el atún

La papilas gustativas de los gatos evolucionaron para detectar el umami, un sabor con alta presencia en el atún.

Nuevas perspectivas en neurociencia del comportamiento

También se sabe que los gatos tienen una «pata dominante», en contraposición a una mano dominante. Según los investigadores, existen diferencias individuales en el uso de las patas delanteras de los gatos, ya que aproximadamente la mitad son zurdos y la otra mitad diestros. La ausencia de sesgo de grupo sugiere que esta tendencia a dormir del lado izquierdo no está relacionada con el uso de la pata.

Los investigadores creen que este reparto de funciones entre los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro contribuye a optimizar la toma de decisiones y el procesamiento sensorial en los animales. Los hallazgos permiten echar un vistazo a las estructuras neuronales evolutivas a través de patrones de comportamiento inconscientes en un animal familiar, el gato.

Los hallazgos también son significativos para explorar los orígenes evolutivos de la asimetría izquierda-derecha en animales no humanos. La posibilidad de que el comportamiento aparentemente trivial de la postura para dormir del gato contenga una historia de depredación y huida puede ofrecer nuevas perspectivas para el futuro de la neurociencia del comportamiento.

Artículo originalmente publicado en WIRED Japón. Adaptado por Alondra Flores.