Las heces de las mascotas empeoran las inundaciones en la Ciudad de México

Se trata de un proceso con una lógica simple que apenas comenzó a vislumbrarse hace poco, con los datos de la Primera Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (Enbiare, 2021) del INEGI. Se estima que en México hay más animales de compañía (80 millones, más de la mitad, perros) que personas en la población económicamente activa (60,491,235), lo que implica una mayor cantidad de excretas de perros en la vía pública. Además, la encuesta solo contempla a las mascotas con hogar, sin contar a los callejeros, que representan otro número significativo.
De los casi 44 millones de perros de compañía en el país, la mayoría de sus tutores los alimentan con pienso. Una encuesta de Mitofsky indica que el 57% de los tutores los alimentan con croquetas específicas para la raza, edad y condición física, al punto de que las marcas comerciales (normales y premium) han desplazado la comida casera.
“Lo peor que puedes hacer para la salud de tu perro es alimentarlo solo con croquetas porque eso afecta su salud, y las probabilidades de desarrollar diabetes, cáncer, enfermedades renales o hepáticas se dispara, porque las croquetas son altísimas en carbohidratos, no en proteínas”, afirma Carlos Gutiérrez, experto en nutrición canina.
Un cánido (perros, lobos, coyotes, zorros) en condiciones naturales, explica en entrevista, come entre 60% proteína y 10 a 20% de carbohidratos. En los piensos los porcentajes se invierten: generalmente contienen entre un 50 y 75% de carbohidratos y un 25% de proteína, es decir, son básicamente harinas, porque es mucho más barato utilizar arroz, maíz, trigo que proteína real de pollo, cerdo o pescado.
“Está bien que un perro coma croquetas como complemento, pero el pilar fundamental de la salud es la buena nutrición y no podemos estar sanos comiendo ultraprocesados, y un ultraprocesado es una croqueta”, sentenció el también autor de más de 12 libros sobre nutrición canina.
Se estima que cada perro genera, en promedio, alrededor de 600 gramos de materia fecal y 500 mililitros de orina al día. Cuando estos residuos no reciben un manejo adecuado, la acumulación de excretas se vuelve un problema de salud pública, ambiental y de infraestructura urbana.
¿Cómo ha respondido el gobierno?
Con una mirada más preventiva que correctiva, el gobierno local ha implementado varias estrategias enfocadas a evitar inundaciones. A principios de agosto, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, anunció el Plan Tlaloque Reforzado, que consiste de una inversión de 700 millones de pesos para fortalecer la infraestructura de atención a inundaciones. Se compraron 40 camiones hidroneumáticos (vactor), para tener una flota total de 55 camiones para labores de desazolve. En septiembre arrancará también un programa de gestión de residuos sólidos enfocado en prevenir bloqueos en el drenaje y minimizar afectaciones durante la temporada de lluvias.
Por su parte, la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), con el apoyo de la Secretaría de Gestión Integral del Agua (Segiagua), lanzó la campaña ‘Buzo con el drenaje’, que destaca las maneras en que se obstruye el drenaje, como es tirar bolsas con heces a las coladeras.
DERECHOS DE AUTOR
Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://es.wired.com/articulos/las-heces-de-las-mascotas-empeoran-las-inundaciones-en-la-ciudad-de-mexico