Las Vision Pro fueron un error muy caro; ahora Apple debe pensar como Meta

Si Apple quiere igualar el dominio de Meta en el mercado de las gafas inteligentes, quizá tenga que simplificar sus dispositivos faciales. Al menos por ahora. Según un anuncio interno publicado en Bloomberg por Mark Gurman, un filtrador habitual de Apple, la compañía ha dejado de dar prioridad a la fabricación de una versión más ligera y asequible de las Vision Pro para centrarse en gafas inteligentes con IA. Este modelo al estilo Meta podría llegar en 2027, y otro par con pantalla en la lente en 2028.
El movimiento tiene sentido, después de todo, este ha sido el año en el que las gafas inteligentes han ganado realmente terreno, pero es un giro de 180 grados revelador y un tanto embarazoso para Apple. Las Vision Pro, de 3,499 dólares, ha sido considerado un fracaso para la compañía, después de que se adelantara de forma inusual en un campo que todavía estaba buscando su lugar. Aunque siempre estuvo claro que Apple pretendía que este dispositivo de gama alta demostrara su utilidad a los desarrolladores, la tecnología de Cupertino no ha tenido una aceptación generalizada. El dispositivo es demasiado caro, voluminoso, aislante socialmente y carece por completo de aplicaciones y casos de uso, todo lo contrario que unas gafas inteligentes.
Sin embargo, parece que la empresa había planeado apostar por esta tecnología, trabajando en una versión más delgada y asequible de Vision Pro, cuyo lanzamiento estaba previsto para 2027. No obstante, parece que la situación ha cambiado y compañía ha decidido dedicar más recursos a sus proyectos de gafas inteligentes.
Pero Apple lleva un retraso considerable
Este repentino cambio de enfoque es inusual en la gigante. «Parece que Apple está dando vueltas. Por primera vez en mucho tiempo, Apple siente que está fuera de la conversación», afirma Michael Gartenberg, analista tecnológico y antiguo director de marketing de Apple.
Apple sabe que no es una conversación de la que pueda permitirse quedar excluida, entre otras cosas porque es una amenaza para su dispositivo principal, el iPhone, sugiere Gartenberg. Tener un dispositivo directamente delante de los ojos que puede atender llamadas telefónicas, tomar fotos y videos, y utilizar la IA para responder preguntas o traducir idiomas significa que las gafas inteligentes pueden descargar muchos de los casos de uso principales que la gente normalmente sacaría sus teléfonos para llevar a cabo. «Un teléfono que se queda en el bolsillo no es lo que Apple quiere para el iPhone», añade.
Anshel Sag, analista principal de Moor Insights & Strategy, está de acuerdo en que, aunque Apple lleva tiempo interesada en fabricar gafas inteligentes y ya tiene varios proyectos en marcha, no se había preparado adecuadamente para este cambio en el mercado. «No creo que su estrategia tuviera las gafas inteligentes como base de la pirámide, como hace Meta. Apple quiere ser empresarial, lo que va a exigir un dispositivo de mayor resolución y calidad. Eso no va a ocurrir en las gafas inteligentes. No a corto plazo», explica Sag sobre los esfuerzos de realidad extendida de Apple.
Apostar por el caballo equivocado en esta carrera le ha costado caro a Apple, y no solo en tiempo. Las estimaciones sugieren que la empresa puede haber gastado hasta 33,000 millones de dólares en su producción. Gartenberg calcula que la cantidad se sitúa en torno a las «decenas de miles de millones», y se cree que las cifras de ventas hasta la fecha están muy por debajo de la marca del millón. Incluso con cierta generosidad en las estimaciones de ventas, esto significa que las Vision Pro podría haber generado tan solo el 10% de lo que se invirtió en su fabricación. Por supuesto, algo de eso se destinará a otros productos, pero aún así no puede ser el resultado que la compañía esperaba, a pesar de que el propio CEO de Apple, Tim Cook, lo predijo.
¿Mejor tarde que nunca?
Cuando Cook discutía el desarrollo de dispositivos realidad aumentada (RA) allá por 2016, refirió que la mayoría de la gente no encontraría aceptable estar «encerrada en algo… porque somos personas sociables de corazón». Y sí, dio en el clavo. Resulta que lo que la gente realmente quiere es llevar algo que se vea bien y se sienta como un par de gafas normales, con casos de uso que sean útiles.
Llegar a las gafas inteligentes en 2027 parecerá casi imposiblemente tarde para un mercado que está despegando ahora, y aunque Apple no es ajena a empezar con retraso, tendrá que asegurarse de que su juicio sobre lo que sus clientes quieren en las gafas inteligentes está mucho más afinado de lo que estaba con las Vision Pro. En este punto, simplemente no puede permitirse otro paso en falso.
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