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no son como los conocíamos

Un grupo de científicos ha observado cómo un agujero negro destruyó una estrella en una galaxia ubicada a 650 millones de años luz de distancia. El evento no solo ocurrió fuera del centro de la galaxia, donde normalmente se encuentran los agujeros negros masivos, sino que también se comportó de forma anómala, al registrar dos eventos de alta energía meses después de haber consumido a la estrella original.

De acuerdo con la investigación, publicada en la revista The Astrophysical Journal Letters, este tipo de sucesos es especialmente interesante, ya que demuestra varios comportamientos que no se habían encontrado hasta ahora en los agujeros negros. El hecho de que se presenten en ubicaciones diferentes a las esperadas ayuda a cambiar la perspectiva sobre estos objetos cósmicos y la manera en la que se comportan.

Para entender el fenómeno, partamos de varios conceptos. Cuando una estrella queda atrapada por la fuerza gravitacional de un agujero negro masivo, las fuerzas de marea la estiran y la desgarran en lo que se conoce como «eventos de disrupción de marea» o TDE. Estos son eventos relativamente comunes en el universo, donde se libera una enorme cantidad de energía a medida que la estrella se desgarra y sus restos terminan por formar un disco de escombros alrededor del agujero negro.

Un evento cósmico fuera de lugar

En el caso en cuestión, la llamarada óptica del TDE se descubrió por primera vez en 2024 gracias al Telescopio Samuel Oschin de 48 pulgadas del Observatorio Palomar en California. A este evento se le denominó AT 2024tvd. Al observarlo durante los siguientes 10 meses con una serie de telescopios, se encontraron dos llamaradas de radio distintas que se produjeron con un retraso de 180 y 194 días después del inicio del evento.

Gracias a este seguimiento, también se pudieron determinar otras características específicas, como que su ubicación fue a 2,600 años luz del centro de su galaxia anfitriona. Esto es diferente a lo estudiado hasta ahora, donde la mayoría de estos eventos ocurren en el centro de las galaxias, lugar donde se suelen ocultar los agujeros negros supermasivos.

Agujero Negro 2

Según Itai Sfaradi, investigador principal del estudio de la Universidad de California en Berkeley, nunca antes se había visto una emisión de radio tan brillante que proviniera de un agujero negro desgarrando una estrella lejos del centro de una galaxia y que evolucionara tan rápido, lo que ayuda a cambiar la perspectiva sobre estos objetos.

Una red global de telescopios para seguir la pista

Para esta tarea, un equipo internacional siguió el desarrollo del TDE utilizando varios observatorios, entre ellos el Very Large Array en Nuevo México, el Allen Telescope Array en California y el Submillimeter Array en Hawái. 

También se utilizó el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) en Chile y el Arcminute Microkelvin Imager Large Array (AMI-LA) en el Observatorio de Radioastronomía Mullard de la Universidad de Cambridge.

Ami La
Ami La

Específicamente, el AMI-LA fue clave para captar el rápido desarrollo de la emisión de radio, ya que permitió observar cómo su energía aumentaba y cambiaba en un periodo de tiempo corto. Estas ondas de radio se producen cuando el flujo de material choca con el gas que rodea al agujero negro; dicho gas podría ser el medio interestelar ordinario o incluso los restos de la estrella destruida.

El misterio de las llamaradas tardías

A pesar de los descubrimientos, aún hay varias incógnitas por aclarar, por ejemplo, el motivo detrás de las erupciones de radio tan retrasadas.

La primera de estas llamaradas incluyó, además, un componente de rayos X. Esto llevó a los investigadores a sospechar que la erupción fue impulsada por el proceso de acreción; es decir, parte de los escombros del disco que fluían hacia el agujero negro fueron expulsados por los campos magnéticos del mismo.

Agujero Negro 3
Agujero Negro 3

Sin embargo, el caso de la segunda llamarada es todavía más complicado de explicar. Se manejan varias teorías: una es que se trató de un chorro de material que se movía a la mitad de la velocidad de la luz, que fue lanzado 170 días después del TDE y tardó 24 días en alcanzar el gas circundante. Otra posibilidad es que se tratara de un chorro que se movía casi a la velocidad de la luz, lanzado después de 190 días. De momento, no se tiene claro qué relación existe entre el segundo estallido y el primero, ni si tienen exactamente la misma fuente.

Sobre el agujero negro en sí, la mejor suposición de los investigadores hasta ahora es que se trata de un agujero negro de masa intermedia (uno que tiene una masa de entre 1,000 y 100,000 veces la de nuestro Sol).

 Este podría haber llegado a estar fuera del centro de la galaxia de dos formas: que participara en una triple interacción de agujeros negros en el centro de su galaxia que luego lo expulsó, o que en su momento fuera el agujero negro central de una galaxia más pequeña que terminó por colisionar y fusionarse con una más grande. Esto habría provocado que terminara vagando por su nueva galaxia, borrando en el camino a cualquier estrella que se cruce con él.

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Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://www.xataka.com.mx/espacio/agujero-negro-errante-destruyo-a-estrella-su-comportamiento-demostro-algo-no-como-conociamos

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