La dura condena a un anarquista anuncia la ofensiva de Trump contra lo que llama «terrorismo doméstico»

Estos factores, expuestos en el memorando de sentencia del gobierno, más los comunicados en línea de Goonan después de los incendios provocados instando a otros a seguir su ejemplo, su deseo de publicar escritos sobre la justificación de sus acciones y su presunto intento de utilizar correo legal para ocultar comunicaciones a la autoridad, sustentaron la petición de la fiscalía de que Goonan fuera alojado en la unidad altamente restrictiva del BOP.

«Incluso después de ser detenido y declararse culpable de sus delitos, se ha negado a mostrar remordimiento alguno y, de hecho, ha tomado medidas sustanciales para seguir dando publicidad a sus acciones y reclutar a otros para su causa», escribió el fiscal adjunto de EE UU Nikhil Bhagat en un escrito presentado el 18 de septiembre. «El acusado es un terrorista doméstico altamente educado y no arrepentido que buscó usar la violencia contra los agentes de la ley y el gobierno federal».

Las Unidades de Gestión de la Comunicación, creadas por la Administración de George W. Bush, han sido criticadas por contribuir a la radicalización de los reclusos. Solo queda una de estas unidades en el sistema penitenciario federal, en FCI Cumberland, donde actualmente se encuentra recluida una combinación de islamistas radicales, neonazis y presos afiliados a la izquierda. Las otras dos UnidadES de Manejo de Crisis (UMC), en FCI Marion y FCI Terre Haute, se cerraron el año pasado, según los registros judiciales.

Sarah Potter, la abogada defensora de Goonan, explica a WIRED que las demandas del gobierno para una sentencia dura llegaron una vez que Goonan había llegado a un acuerdo de culpabilidad el 14 de enero de 2025, antes de la inauguración de Trump, que limitaba su sentencia a 20 años. Cuando se hicieron con la correspondencia de Goonan en la cárcel, dice Potter, habían ampliado su concepto de su radicalización de las creencias anarquistas anteriores al terrorismo islamista. «Cuando llegamos a la sentencia, estaban estableciendo una conexión mucho más estrecha y clara con Hamás. El núcleo principal de sus creencias es la lucha contra la opresión en diversos aspectos, ya sea la opresión racial, las prisiones u otros grupos marginados», afirma Potter.

La posible asignación a una UMC, que será una decisión unilateral de las autoridades penitenciarias federales, alarma a Potter teniendo en cuenta la diabetes de tipo I de Goonan y su historial documentado y episodios, según documentos judiciales, de graves episodios de salud mental. «Sus comentarios en la sentencia estaban diseñados para pintar a Casey como una cabecilla peligrosa, que si se le permitía tener libre comunicación seguiría presentando una verdadera amenaza de violencia para el país», afirma Potter.

Tensiones entre Trump y el movimiento transgénero

Además, Potter cree que el continuo intento de las fuerzas de seguridad federales de desprecintar la correspondencia de Goonan con el Centro de Derecho Transgénero (TLC), que podría representar a Goonan si decidieran convertirse en parte en la demanda colectiva del TLC presentada por reclusos transgénero contra BOP y la administración Trump, representa una amenaza única e indefinida. A pesar de que el caso de Goonan está formalmente cerrado y ya se encuentra en FCI Mendota a la espera de ser asignado a otra prisión, Potter y los fiscales federales todavía están discutiendo en presentaciones judiciales sobre la divulgación de la correspondencia legal confidencial de Goonan con el TLC al DOJ.

«El TLC ha presentado una demanda colectiva contra la Agencia de Prisiones en relación con la asistencia sanitaria para la afirmación de la identidad de género, y el gobierno sabe que Casey podría convertirse en un cliente cuando pase a estar bajo custodia de la BOP. El TLC y los transexuales estadounidenses están claramente en el radar del gobierno, y no en el buen sentido», afirma Potter.