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Código Futuro: Poesía nuclear, niños hackers y el nuevo orden mundial de la IA

Estamos viendo un cambio de guardia. Mientras Occidente cierra sus modelos para proteger su propiedad intelectual (y sus beneficios), China está llenando el vacío proporcionando los «cerebros» base para el resto del mundo.

Quien controla la infraestructura abierta, suele dictar el futuro del desarrollo, ¿o ustedes qué opinan?

Lo que estoy leyendo: El algoritmo en nuestra piel

Esta semana dejé la ciencia ficción de lado para entrar en una realidad que supera cualquier distopía. Estoy leyendo «El Cuerpo Perfecto» de Ana Lilia Pérez (Grijalbo). Si conocen a Ana Lilia, saben que no escribe sobre temas ligeros. Ella es la periodista que destapó la corrupción en Pemex y se adentró en los cárteles de la droga. Que ahora ponga su lupa investigativa sobre la industria de la belleza debería helarnos la sangre. Y lo hace.

¿La tesis? La tecnología ha dejado de ser solo un medio de comunicación para convertirse en una «fábrica masiva de dismorfia corporal».

Pérez disecciona cómo la pandemia y el infame «Efecto Zoom» (pasarnos horas viendo nuestros propios defectos en pantalla) se combinaron con los algoritmos depredadores de TikTok para crear una crisis de salud pública. Pero lo más terrorífico no es la presión social, es lo que hay detrás: Ana Lilia revela cómo el crimen organizado se ha infiltrado en la medicina estética.

Es un mercado gris letal. Ya no trafican solo con drogas, trafican con nuestra inseguridad.

Es una lectura dura, pero necesaria. Nos obliga a preguntarnos: ¿Cuánto de lo que odiamos de nosotros mismos es real y cuánto ha sido programado por un algoritmo diseñado para vendernos una solución inalcanzable?

En el radar de Código Futuro:

DeepSeek rompe la barrera matemática: Hablando de China, DeepSeek acaba de lanzar DeepSeek-Math-V2. Es un modelo de código abierto que ha superado el rendimiento humano en competencias matemáticas (como la Putnam) y rivaliza con los modelos secretos de Google. Democratizar el razonamiento matemático de nivel «investigador» es un cambio de juego para la ingeniería y la ciencia.

James Cameron está horrorizado: El director de Avatar y Terminator (alguien que sabe un par de cosas sobre máquinas) calificó la IA generativa como «horrorosa» porque crea actuaciones desde cero, eliminando el momento sagrado entre actor y director.

OpenAI reveló que su proveedor de análisis, Mixpanel, sufrió un incidente de seguridad. Aunque no se filtraron chats ni tarjetas de crédito, sí se expusieron emails y ubicaciones de usuarios de la API. Recordatorio: tu seguridad es tan fuerte como el eslabón más débil de tu cadena de proveedores.

NVIDIA y la orquestación: Un nuevo paper de NVIDIA sugiere que el futuro no es hacer modelos más grandes, sino más inteligentes. Su herramienta ToolOrchestra usa modelos pequeños que «dirigen» a otros, superando a gigantes como GPT-5 en eficiencia. Small is the new big.

La cifra de la semana: 14.200 millones de dólares. Eso es lo que la IA ayudó a vender durante el Black Friday a nivel global, según Salesforce. Ya no es una promesa, es el motor del comercio.

Si la poesía puede engañar a una IA para que nos dé planos de armas nucleares, ¿qué dice eso sobre la naturaleza del lenguaje? Quizás, como sugiere Labatut en sus libros, hay un punto donde la lógica matemática y el delirio artístico se tocan. Y justo ahí, en esa intersección, es donde ahora viven nuestras máquinas.

Nos leemos la próxima semana.

Anna Lagos Jefa de Redacción, WIRED en Español

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Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://es.wired.com/articulos/codigo-futuro-poesia-nuclear-ninos-hackers-y-el-nuevo-orden-mundial-de-la-ia

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