El programa de autodeportaciones para migrantes en EE UU es un caos

«No he oído hablar de ningún caso de personas que lo hayan utilizado con éxito y hayan recibido ese dinero», dice Dojaquez-Torres.

«Decir que los extranjeros ilegales no han ‘recibido’ el dinero es sumamente engañoso e incorrecto desde el punto de vista de los hechos. Este proceso simplificado de autodeportación implica una investigación para garantizar que no haya fraude y que quienes no reúnan los requisitos, como los extranjeros delincuentes, no puedan abusar de este programa», defiende McLaughlin. El DHS no respondió cuando WIRED preguntó cuántos inmigrantes han recibido el estipendio.

La Casa Blanca remitió a WIRED al DHS.

Recibir los dólares, en caso de que ocurra, puede traer sus propias complicaciones. El 3 de octubre, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), que supervisa los programas de menores no acompañados del gobierno, confirmó la publicación de un memorando en el que se informaba a quienes trabajan con adolescentes indocumentados en los centros de acogida del HHS de que el DHS ofrecería «un estipendio único de apoyo al reasentamiento de 2,500 dólares» a los menores de 14 años o más «que hayan optado por salir voluntariamente» del país.

Los abogados que hablaron con WIRED alegaron que la oferta no era voluntaria. Los menores que no firmaran podrían ser detenidos indefinidamente, y los abogados afirman que el DHS indicó que sus familias residentes en EE UU podrían ser detenidas y deportadas. Los niños que dejaran de ser menores mientras estuvieran bajo custodia también correrían el riesgo de ser trasladados inmediatamente a un centro de internamiento ordinario del ICE.

«Nos preocupa mucho la forma coercitiva en que se ha establecido, así como la falta de transparencia», afirma Laura St. John, directora jurídica del Proyecto Florence de Derechos de Inmigrantes y Refugiados de Arizona. John afirma que al menos a un cliente al que se le planteó la oferta de 2,500 dólares se le pidió que firmara un documento en el que, según ella, renunciaba a su derecho a presentar su caso ante un tribunal de inmigración, así como a posibles solicitudes de asilo en el futuro. St. John alega que el acuerdo también incluía «importantes tasas y penalizaciones si el niño regresaba alguna vez».

A algunos defensores también les preocupa quién podría aprovecharse de estos pagos a los menores. «Es importante entender que muchos de estos niños son objeto de contrabando o de trata en Estados Unidos», menciona Wendy Young, presidenta de Kids in Need of Defense (KIND), una organización sin fines de lucro que ofrece representación legal gratuita a menores no acompañados. «Esos elementos criminales serían sin duda conscientes de que un niño volvía a casa con 2,500 dólares potencialmente en el bolsillo, o a pagar tras su regreso. Eso les habría puesto en mayor riesgo y vulnerabilidad de que el cártel que traficó con ellos o los introdujo de contrabando volviera y dijera: ‘Quiero ese dinero'».

«Muchos menores no acompañados no tuvieron elección cuando fueron introducidos peligrosamente de contrabando en este país. El ICE y la Oficina de Refugiados y Reasentamiento del HHS están ofreciendo una opción estrictamente voluntaria para regresar a casa con sus familias. Esta opción voluntaria da a los menores extranjeros no acompañados (UAC) una elección y les permite tomar una decisión informada sobre su futuro», reclama McLaughlin.

Una nueva presión financiera a los inmigrantes que salen del país

Además de imponer multas millonarias a quienes permanecen en el país, se han congelado los activos estadounidenses de algunos deportados tras su regreso a casa, una medida que antes se reservaba solo a personas vinculadas a actividades delictivas. El empeoramiento de las condiciones en los centros de detención ha seguido empujando a la gente a autodeportarse. «Incluso si tienen un mecanismo legal para permanecer potencialmente en Estados Unidos, la gente está renunciando a sus casos porque temen entrar en detención. Esta administración está usando todas las herramientas para hacer que la vida en este país sea invivible», dice St.

Las personas con un caso de inmigración en curso que optan por la salida voluntaria, donde un inmigrante puede pagar su propio viaje a casa dentro de un plazo asignado por un juez, también se han enfrentado a obstáculos.