A1 de Antigravity: El primer dron 360° es tan innovador como incómodo de usar

Como reseñador de drones con cámara con más de una década de experiencia, pocas veces me topo con un producto que se sienta realmente nuevo. Mientras el incesante flujo de drones cada vez más capaces y fiables de la empresa china DJI suele impresionar, lo que Antigravity ha hecho con su primer modelo, el A1, prácticamente inaugura una subcategoría completa: el dron 360.

Con una tecnología similar al enfoque de “captura primero, encuadra después” del Insta360 X5, el A1 incorpora dos cámaras gemelas que registran todo a su alrededor, permitiendo al usuario reencuadrar el material posteriormente desde aplicaciones móviles o de escritorio.

Cada una de las cámaras utiliza un sensor de 1/1.28 pulgadas y una lente ultra gran angular para captar una vista semiesférica. A continuación, el software de la cámara une las dos vistas en un único video esférico casi sin fisuras, eliminando por completo de la vista el dron y sus hélices, de forma muy parecida a como las cámaras de Insta360 eliminan un palo de selfie,

Los clips de 360 grados pueden tener una resolución de hasta 8K y una frecuencia de imagen de hasta 30 fps, pero hay opciones de 5.2K y 4K para los usuarios que necesiten 60 fps o 100 fps. Sin embargo, cuando la salida es un video «plano» estándar, la resolución se limita a 4K o 1080p. La cámara funciona mejor en condiciones de luz y claridad, y aunque se aprecia suavidad y ruido de movimiento en algunas partes de la imagen, no es difícil obtener clips de gran calidad.

Creo que el video de salida es muy bueno para una cámara 360 aérea, y está claro que los conocimientos de Insta360 tras varias generaciones de cámaras 360 no voladoras se han aprovechado al máximo. Las imágenes son fáciles de editar tanto en la aplicación de escritorio como en la móvil, y aunque yo prefiero la primera por su interfaz de usuario y el control que ofrece sobre el recorte de escenas y la calidad de la imagen, también disfruto de la inmediatez y las opciones de resaltado asistidas por IA de la aplicación móvil. Si solo quieres crear un clip rápido para compartir en las redes sociales, la aplicación móvil es más que capaz.

Controles extravagantes

Mientras que la captura de video y la aplicación de edición es fuerte y el diseño general y la calidad de construcción es buena, estoy menos enamorado de la experiencia del usuario, sobre todo en vuelo. En un aparente esfuerzo por hacer el A1 más accesible, Antigravity ha construido el control de vuelo en torno a un conjunto de gafas y un control de agarre sensible al movimiento. Se trata de una configuración de control similar a la del dron FPV Avata 2 de DJI, un puntero controlado por el mando de agarre elige la dirección de desplazamiento y un gatillo controla la velocidad, pero mientras que el Avata 2 es ágil, sensible y emocionante de pilotar, el A1 es torpe, lento y aburrido. Nunca tuve la sensación de que fuera hacia donde yo quería o, si iba, tardaba demasiado en hacerlo.

El dron Antigravity A1 en color blanco.

Fotografía: Sam Kieldsen