Hemos estado exagerando los beneficios de los baños con agua fría, concluye un estudio

Si preguntas en redes sociales qué es mejor para ti, si una ducha con agua fría o con caliente, es probable que la mayoría de tus contactos elijan la primera opción. Se suele pensar que esta actividad estresante ofrece una amplia gama de beneficios para la fisiología, psicología y cognición de una persona. La explicación vaga que se obtiene sobre las maravillas de la inmersión en agua fría usualmente se resume en la frase “porque mejora la circulación” o similares. La ciencia tiene dudas al respecto.
Una investigación reciente de la Universidad de Australia del Sur ha encontrado que, aunque existen algunos efectos psicológicos positivos cuantificables, los beneficios del agua fría más populares en la población general no cuentan con suficiente evidencia científica. El equipo universitario llegó a esta conclusión tras realizar un análisis de 11 estudios sobre el mismo tema, que a su vez incluyeron a 3,177 participantes.
Los documentos científicos sobre inmersiones en agua fría coinciden en que hay un efecto a corto plazo sobre el bienestar mental de las personas. Las duchas de baja temperatura disminuyen los niveles de estrés e inciden directamente en las autoevaluaciones de la calidad de vida de los participantes. Por ejemplo, casi todas las personas se sienten bien 12 horas después de la actividad, y este fenómeno puede extenderse hasta por tres meses. Sin embargo, no hay datos disponibles sobre beneficios a largo plazo.
Los investigadores de Australia querían encontrar información sobre el impacto del agua fría en la mejora del sistema inmunitario. No encontraron mucho. Los estudios no realizaron un seguimiento de las analíticas relacionadas con los mecanismos de defensa del cuerpo humano. El dato más sólido hallado es que quienes se bañaron regularmente con agua fría redujeron las ausencias por enfermedad en sus trabajos en un 29%, aunque este dato solo refleja el comportamiento de hombres europeos.
¿Por qué se bañan con hielo los atletas?
Los resultados del estudio publicado en PLOS One parecen contradecirse. Las imágenes con deportistas famosos sobre bañeras con agua y hielos son populares. La universidad aclarara el punto: los atletas de alto rendimiento tienen un escenario distinto con las inmersiones en agua fría. El líquido reduce la inflamación muscular y el dolor correspondiente después de una jornada de ejercicio. Paradójicamente, usan la baja temperatura como factor estresante para aminorar futuras inflamaciones. En ese sentido, las duchas de agua fría permiten al cuerpo de un atleta adaptarse y recuperarse.
Una persona que no es atleta no tiene las mismas necesidades que un deportista de élite. Por ello, los expertos opinan que someterse a esos niveles de estrés corporal no es una buena idea. “Las personas con condiciones de salud preexistentes deben tener especial cuidado si participan en experiencias de inmersión en agua fría, ya que la inflamación inicial podría tener impactos perjudiciales para la salud”, menciona el Dr. Ben Singh, coautor de la investigación.
Actualmente no hay suficiente investigación para definir si la población general se beneficia de las duchas de agua fría de la misma manera en que lo hacen los deportistas. Es necesario realizar más estudios a largo plazo en poblaciones más amplias. “Ya sea que sea un atleta de élite o un buscador de bienestar diario, es importante comprender los efectos de lo que somete a su cuerpo”, señaló Tara Cain, coautora del estudio.
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