Bienvenidos a los Estados Unidos de Elon Musk, S.A. de C.V.

Dónde acaban los intereses empresariales de Elon Musk y dónde empiezan los intereses políticos de Donald Trump? Pregunta capciosa: son la misma cosa. El mayor ejemplo es la imagen del presidente de Estados Unidos promocionando Tesla en el jardín sur de la Casa Blanca; el magnate siempre ha sido un vendedor, y ha prestado su nombre a propiedades inmobiliarias, casinos, restaurantes, filetes, vitaminas, una fragancia para hombres; relojes, agua, una carrera de bicicletas, sillas de oficina, vodka, monedas y NFT. En este mismo momento, puedes comprar una raqueta o una vela en la Trump Store online.

Pero sobre todo Trump es un vendedor de sí mismo. Y de Pizza Hut, si el precio es adecuado. ¿Gastar tanto capital político en Musk? ¿El hombre más rico del mundo? ¿Por unas cuantas protestas en los concesionarios de Tesla y el desplome del precio de las acciones? Por favor.

La política pronto se cansará de Musk

Por otro lado, Musk gastó casi 300 millones de dólares en el ciclo electoral estadounidense de 2024, gran parte del dinero fue directamente a la campaña presidencial de Trump. Su transformación de Twitter en X ha creado una MAGAtopía en línea apenas rivalizada por la propia plataforma Truth Social de Trump. Y su trabajo con el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) ha permitido a Trump externalizar la tediosa mecánica de la gobernanza real.

Trump leyendo una lista literal de los precios de venta de Tesla es la destilación más pura de una dinámica que no acabará bien. Ya va bastante mal, para ellos y para nosotros: El mercado de valores se está hundiendo, Musk está cerca de tocar fondo en las encuestas de opinión. Los representantes del Partido Republicano están cancelando reuniones en los ayuntamientos en lugar de enfrentarse a la ira de los electores sobre DOGE. Los propios funcionarios del gabinete de Trump están igual de hartos del nivel de influencia de Musk.

Mientras tanto, esa influencia sigue creciendo. Cuando los ingenieros de SpaceX invadieron la Administración Federal de Aviación, se apresuraron a sugerir su propia tecnología Starlink como solución a los problemas técnicos de la agencia. A mediados de esta semana, exactamente un mes después de que Musk se reuniera con el primer ministro indio Narendra Modi en Washington, DC, Starlink firmó acuerdos con dos importantes operadores inalámbricos de ese país, creando una vía de planeo para operar en el país.

Incluso el Congreso, supuestamente una rama coigualitaria del gobierno, está comprometido con los tuits de Musk. En una charla en el Psaros Center de la Universidad de Georgetown, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, nombró a Trump y Musk como las dos personas a las que da prioridad. «Elon tiene la mayor plataforma del mundo, literalmente. Si sale y dice algo que malinterpreta lo que estamos haciendo, puede hacer volar todo por los aires», refirió Johnson.

Lo que empezó como un bromance (romance entre colegas) interesado se ha vuelto más volátil, y va más allá del DOGE. Durante el evento en el jardín sur de la Casa Blanca, Trump indicó a un reportero que calificaría de «terrorista doméstico» a cualquiera que cometiera actos de violencia contra los concesionarios de Tesla. Esta semana, los miembros del subcomité DOGE de la Cámara de Representantes enviaron una carta al director del FBI, Kash Patel, y a la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, para que investiguen la «ola de ataques organizados» de las últimas semanas contra Musk y Tesla.

Los dispositivos electrónicos deberían indicar su vida útil, propone un proyecto de ley en EE UU

La propuesta busca obligar a los fabricantes de dispositivos conectados a informar sobre la duración del soporte de sus productos y notificar a los usuarios cuando estos lleguen al final de su vida útil.

Las líneas son borrosas y hay demasiado en juego

En lugar de procesar las protestas del «Tesla Takedown» como una señal de la profunda impopularidad de la DOGE y su cabecilla, Trump y sus seguidores se inclinaron por la confusión. Si algo es bueno para la sociedad, es bueno para Musk; de la misma forma, si afecta a Musk, afecta a todos por igual.

Cuando Musk llama «hombre pequeño» al ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, ¿se reflejará esa aversión en la política estadounidense? Cuando invita a los miembros del Congreso para que le llamen si están preocupados por DOGE, ¿les contesta el asesor especial del presidente o el tipo que tiene miles de millones de dólares en contratos con el gobierno? ¿Qué intereses tiene Musk para culpar a Ucrania de un ataque de denegación de servicio contra X, aunque no haya indicios de que ese país estuviera implicado?