Qué tan importante es la a ayuda de EE UU a Ucrania y qué puede hacer Europa para sustituirla

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, suspende toda la ayuda militar a Ucrania. La decisión, anunciada el lunes por un alto funcionario de la Casa Blanca bajo condición de anonimato, se produjo tras un agrio enfrentamiento entre Trump y Zelensky en Washington el viernes 28 de febrero, y bloquea el suministro de armas y municiones por valor de miles de millones de dólares en un momento crucial para Kiev.

La medida tiene efecto inmediato y podría interrumpir la entrega de unos 3,850 millones de dólares en armamento ya prevista por la Administración de Biden. La Casa Blanca justificó la suspensión con la necesidad de revisar la ayuda para asegurarse de que contribuye a una solución concreta. Al mismo tiempo, en Washington crece el descontento con los dirigentes ucranianos, a los que se acusa de no hacer lo suficiente para alcanzar un acuerdo de paz.

Según los analistas militares, aunque Europa ha proporcionado un volumen de ayuda militar similar al de Estados Unidos (64,100 millones de dólares estadounidenses frente a 61 europeos), colmar rápidamente la brecha estadounidense sería extremadamente difícil. Las industrias europeas de defensa ya están funcionando a pleno rendimiento y los sistemas avanzados de defensa antiaérea, como los Patriots y los Nasams, que son cruciales para la protección de las infraestructuras civiles de Ucrania, son principalmente de fabricación estadounidense y no tienen alternativas europeas fácilmente disponibles.

Ucrania, Estados Unidos y la composición de la ayuda a Kiev

El apoyo estadounidense a Ucrania (sumando la ayuda militar, humanitaria y financiera) ha alcanzado aproximadamente 119,000 millones de euros en total desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, frente a los 132,300 millones de Europa, según datos del Instituto Kiel.

La ayuda militar estadounidense consiste principalmente en tres mecanismos de financiación diferentes, cada uno con características y procedimientos distintivos. El principal instrumento utilizado es el Presidential Drawdown Authority (PDA), activado 55 veces desde 2021, que permite transferencias directas de equipos de las existencias del Departamento de Defensa por valor de 27,700 millones de dólares. Se trata de donaciones a fondo perdido que incluyen sistemas de armas cruciales como baterías antimisiles Patriot, lanzacohetes HIMARS, tanques Abrams y vehículos de combate Bradley, junto con enormes cantidades de munición.

El segundo mecanismo es la Iniciativa de Ayuda a la Seguridad de Ucrania (USAI), a través de la cual se asignaron 12,100 millones de dólares solamente en 2023 para la compra de nuevo equipamiento para Kiev, también en forma de donaciones.

La tercera vía de financiación es la Financiación Militar Exterior (FMF), con 4,650 millones de dólares consignados por el Congreso tanto para Ucrania como para los países afectados por la situación ucraniana. A diferencia de los otros instrumentos, la FMF también puede adoptar la forma de préstamos: el primer paquete suplementario proporcionó 4,000 millones de dólares en autorizaciones de préstamo y la misma cantidad en garantías de préstamo para los aliados de la OTAN.