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Trump realmente quiere adueñarse de Groenlandia y estas son las razones

Paradójicamente, este movimiento podría haber complicado la situación para Estados Unidos. Dinamarca rechazó la propuesta con firmeza, mientras que el primer ministro groenlandés, Múte Bourup Egede, moderó su postura respecto al referéndum. Sin embargo, Trump insistió en su idea, sorprendiendo a los analistas incluso en una conversación con la primera ministra danesa, Mette Frederiksen.

Los sectores más afines al movimiento MAGA han planteado una estrategia alternativa: eludir a los gobiernos danés y groenlandés y dirigirse directamente a la población. En Reddit, algunos usuarios han especulado sobre la posibilidad de ofrecer un pago inicial de 1 millón de dólares a cada uno de los 56,000 habitantes, con la opción de aumentarlo hasta 4 millones, a fin de obtener apoyo popular para la compra. En este escenario, Groenlandia mantendría su autonomía local o se integraría como un estado de EE UU. El costo total sería de aproximadamente 57,000 millones de dólares, una cifra insignificante en comparación con el presupuesto estadounidense. Además, los subsidios iniciales a Groenlandia serían limitados hasta la llegada de inversiones privadas.

No obstante, hay un obstáculo clave: Groenlandia sigue bajo el control de Dinamarca, un aliado estratégico y miembro de la OTAN. En un contexto en el que la guerra en Ucrania por su independencia de Moscú ha alcanzado un punto crítico, la Alianza Atlántica enfrenta tensiones internas y el riesgo de fractura. No deja de ser irónico que se haya especulado sobre la posibilidad de que algunos países de la OTAN consideraran desplegar tropas en Groenlandia como respuesta a las amenazas de Trump, lo que incluso generó dudas sobre la aplicación del artículo 5 en caso de una «invasión» estadounidense.


La infraestructura atrae a muchos. El temor a una nueva colonización estadounidense desata las protestas en un país que siempre ha estado vinculado a Estados Unidos.


Desde una perspectiva más realista, si Trump no parece interesado en el multilateralismo ni en el respeto a la soberanía territorial, el resto del bloque atlántico podría convencerse de que una adquisición negociada sería preferible a una crisis militar en el futuro.

El parlamento groenlandés, por su parte, ha tomado medidas para protegerse de cualquier injerencia externa. Recientemente aprobó una ley que prohíbe las donaciones extranjeras y anónimas a los partidos políticos, con el objetivo de salvaguardar la integridad del país antes de las elecciones generales de marzo. Aunque la norma no menciona nombres específicos, la referencia a Estados Unidos —y posiblemente a Elon Musk— es difícil de ignorar.

Entre independencia y pragmatismo

Las encuestas muestran que la población groenlandesa rechaza ampliamente la idea de una posible anexión a Estados Unidos. Groenlandia prefiere preservar su identidad cultural y política, aunque busca fortalecer sus vínculos con otros países del Ártico y con organizaciones internacionales.

En medio de la respuesta trumpista a la crisis estadounidense, Groenlandia se encuentra en una encrucijada. Por un lado, el sueño de la independencia está más vivo que nunca. Por otro, incluso si en el futuro lograra la independencia formal, es probable que la isla siga bajo la influencia de potencias extranjeras.

«El pecado capital de Copenhague es no haber sabido nunca cómo aprovechar Groenlandia y no comprender la estética del poder que Trump exhibe y que nosotros, los europeos, hemos eliminado por completo. Este caso resume perfectamente la falta de preparación cultural de los europeos ante el nuevo mundo», explica Petroni.

La oferta de Donald Trump para comprar la isla no es solo una provocación ni un simple delirio; debe tomarse muy en serio. Refleja la importancia geoestratégica de este territorio en disputa, un hecho reconocido por todas las grandes potencias, excepto —quizás— por la Unión Europea. Pero Bruselas no debería dejar al pueblo groenlandés a merced del mejor postor.

Artículo publicado originalmente en WIRED Italia, adaptado por Manuel de León.

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Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://es.wired.com/articulos/trump-realmente-quiere-aduenarse-de-groenlandia-y-estas-son-las-razones

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