El nuevo punto de fricción entre México y Estados Unidos es el agua

Durante su conferencia matutina de este viernes, Sheinbaum reiteró que “Estados Unidos entrega más agua porque es lo que hay disponible en su territorio. Lo que ha ocurrido es que hay menos agua en general. La CILA está explorando nuevas alternativas para cumplir técnicamente con el tratado”.
La mandataria sostuvo que no considera necesario renegociar el Acuerdo de Aguas de 1944, ya que, en sus palabras, “es un trato justo”. Señaló que “aunque existe el compromiso de entregar un volumen específico, si no hay agua disponible ¿cómo se puede cumplir?”. Además, descartó que la disputa actual derive en sanciones o nuevos aranceles para México.
“No creemos que haya sanciones. Sabemos que el presidente Trump tiene una forma muy particular de comunicarse, pero existe una mesa de trabajo para fortalecer el diálogo entre ambos gobiernos”, añadió.
La relación bilateral se ha visto afectada en distintas ocasiones durante la administración de Trump, que utilizó los aranceles como herramienta para presionar a México en temas ajenos al comercio, como la migración y el combate al narcotráfico. Todo indica que el acuerdo hídrico podría convertirse en el próximo punto de fricción.
Sid Miller, comisionado de Agricultura de Texas, declaró a principios de este año que “pedirle a México amablemente durante 20 o 25 años no ha funcionado”. Propuso imponer multas como medida de presión para que el país vecino cumpla con sus obligaciones.
Por su parte, el senador texano Ted Cruz afirmó el mes pasado que “con Trump de regreso en la presidencia y una nueva administración, conseguiremos el agua. México cumplirá. Ignorar el tratado ya no será una opción”.
Esta semana, la agencia Reuters reveló que México está elaborando un plan para aumentar el volumen de agua enviado a Estados Unidos. Según fuentes anónimas citadas por el medio, el gobierno mexicano ha accedido a entregar de inmediato 122,000 acres-pie y contempla enviar otros 81,000 en los próximos meses. Con estos volúmenes, apenas se alcanzaría el 40% de lo estipulado en el acuerdo.
Para cumplir con estos compromisos, el Ejecutivo podría recurrir a una cláusula controvertida incorporada al tratado el año pasado. Esta disposición autoriza al gobierno federal a extraer agua adicional de ciertos estados para cumplir con los compromisos internacionales. Según el reporte, la medida se aplicaría en entidades como Nuevo León, Coahuila, Chihuahua y Tamaulipas.
Sin embargo, especialistas advierten que esta estrategia podría tener efectos negativos sobre las actividades ganaderas y la producción agrícola en esas regiones, donde el agua ya escasea y la sequía prolongada ha agravado los problemas productivos.
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