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Probamos el Realme GT8 Pro: tan potente como esperábamos, y con aura única

En líneas generales, el GT8 Pro viene con especificaciones que le harán frente a todo con buenos resultados. Apartados como la creación de contenido, comunicación, gaming, o autonomía, están cubiertos, incluso para usuarios avanzados. Se escribe fácil, pero los terminales que cumplen con estos aspectos sin que alcancen precios premium se cuentan con los dedos.

Hay que admitir que el teléfono se parece a sus “primos” del conglomerado chino BBK (Vivo, OnePlus y Oppo). Para diferenciarse de ellos, incorpora dos características únicas. Por un lado, está firmado por Ricoh, la marca japonesa reconocida por sus cámaras y su preferencia por la fotografía callejera. Por el otro, cuenta con un mecanismo de intercambio de marco del módulo de cámaras que le da un extra de personalidad y que seguro el público más joven valorará mejor que una tabla de especificaciones.



Lo mejor: autonomía, potencia y apartado audiovisual

Hablemos de su desempeño. Con un uso normal, el teléfono ofreció dos días de autonomía. Su carga rápida a 120 vatios llenó la batería de 10 a 100% en menos de una hora. Como detalle adicional, ahora es compatible con carga inalámbrica, lo que es todo un acierto. La autonomía, por arriba del promedio, es un buen apoyo para esa gran pantalla con resolución 2K a 144 hz, bocinas con excelente volumen y procesador de última generación.

Independientemente de la enorme potencia, el Snapdragon 8 Elite Gen 5 incorpora una unidad de procesamiento neural, una zona exclusiva para procesar tareas de IA nativas. Debo decir que sí se nota la evolución. Las herramientas de IA sencillas y recurrentes, como modificación de fotos, traducción en tiempo real, resúmenes de documentos o generación de imágenes tardan mucho menos que en otros teléfonos. Además, los modelos de IA Realme cada vez están más pulidos y se robustecen con cada año.

A la hora de jugar, cumple sobradamente. Probé el GT8 Pro con COD: Mobile y Wuthering Waves, dos de los títulos más famosos y exigentes para Android. Alcancé las configuraciones máximas de cuadros por segundo y resolución. Me sorprendieron los momentos en los que llegas a los 130 FPS estables a través de herramientas de IA. Toma en cuenta que el teléfono se va a calentar ligeramente en sesiones largas. No es grave, pero si lo que buscas es potencia y estabilidad de temperatura para jugar mejor, hay opciones más indicadas.

A considerar

Honestamente no encontré algún punto negativo destacable en el teléfono que arruine la experiencia. Quizá lo único que se le puede reprochar es el pequeño avance con respecto a la generación anterior que podría “decepcionar” a los entusiastas de la tecnología y seguidores de especificaciones. Tampoco puedo creer que no tenga imanes en la parte posterior para colocar pilas externas, portacredenciales o soportes, considerando lo que cuesta.

Por alguna extraña razón, el GT8 Pro no es tan llamativo en el sentido estético como sus primos en el mismo rango de precio. Puede que otras opciones luzcan más, aunque desde una perspectiva técnica, el de Realme lidera apartados de potencia. Es un teléfono reservado, en líneas generales. Elige ser confiable y seductor, más que un objeto de deseo ostentoso.

Hablemos de la cámara

La cámara es el verdadero punto debatible del dispositivo. Por su versatilidad y manejo de colores, a mí me gustó. La lente principal de 50 MP y el gran angular son confiables. Sacan buenas selfies y retratos en la noche. El telefoto me encantó. Es potente, estable, y cuando las imágenes se tornan borrosas, la IA de Realme entra al rescate.

Puedes llevarte este teléfono a un concierto o de vacaciones con la confianza de que entregará recuerdos en alta calidad. En cuestión de video, sus cifras son intimidantes. Graba a 8K en 30 FPS, o 4K en 120 FPS. Puede incluso grabar a 240 FPS para tomas en cámara lenta, ajustando la resolución a 1080p.

Algunas personas podrían considerar que los resultados no son los “esperados” debido a que es un gama alta y, por tanto, compite con titanes como Samsung o Apple. No me lo parece. Objetivamente hablando, tiene un sensor “más pequeño”, pero la diferencia solo será evidente si comparas la misma foto tomada por teléfonos de la misma gama. Mi consejo es que no te rompas la cabeza con ello. Será difícil obtener una “mala foto” con este Realme, incluso si lo hicieras a propósito.

El modo Ricoh GR es, cuando menos, interesante. En teoría, cuando lo activas, el teléfono deja de ultraprocesar las imágenes (algo usual en los teléfonos chinos) en busca del resultado perfecto, para ofrecer una imagen con colores naturales y una sensación íntima que solo las cámaras especializadas en fotografía urbana ofrecen. No se limitan a ser simples filtros. Hay una filosofía detrás de ellos que apela a lo emocional más que a la espectacularidad. Esta idea incluso permea en el diseño del equipo, que rememora una Ricoh GR.

Fotografía del modo Ricoh con un filtro en blanco y negro.

Jorge Garay/WIRED en Español.

DERECHOS DE AUTOR
Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://es.wired.com/review/probamos-el-realme-gt8-pro-tan-potente-como-esperabamos-y-con-aura-unica

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