Antes y después del bombardeo: las imágenes satelitales del ataque estadounidense a Irán

Cuando Estados Unidos bombardeó Irán en la madrugada del domingo, apuntó a tres instalaciones fundamentales para las ambiciones nucleares del país: la planta de enriquecimiento de uranio de Fordow, la instalación nuclear de Natanz y el centro de tecnología nuclear de Isfahan. Imágenes de satélite recién publicadas muestran el impacto del ataque, al menos lo que puede verse sobre el terreno.
La mayor parte del bombardeo se centró en Fordow, donde las fuerzas estadounidenses lanzaron una docena de penetradores de artillería masiva GBU-57 como parte de su operación ‘Midnight Hammer’ («Martillo de medianoche»). Estas bombas de 30,000 libras están diseñadas para penetrar hasta 200 pies de profundidad en la tierra antes de detonar. El complejo de Fordow se encuentra a unos 260 pies bajo tierra.
Esta brecha explica, en parte, la incertidumbre sobre la magnitud exacta de los daños sufridos por el complejo de Fordow. El presidente Donald Trump compartió un post en su plataforma Truth Social después del ataque, en la que declaró: «Fordow ha desaparecido». Más tarde, en un discurso televisado, mencionó que «las instalaciones clave de enriquecimiento nuclear de Irán han sido completa y totalmente borradas». Sin embargo, sus propios militares se mostraron algo más circunspectos sobre el resultado en una sesión informativa el domingo por la mañana. «Sería demasiado pronto para comentar lo que puede o no seguir ahí», expresó el general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto.
Las imágenes satelitales no pueden decir mucho sobre una estructura que se encuentra a tanta profundidad bajo la superficie terrestre, pero las imágenes del antes y el después son la mejor información pública disponible sobre el impacto del bombardeo.
El antes y el después del bombardeo
«Lo que vemos son seis cráteres, dos grupos de tres, en los que se lanzaron 12 proyectiles penetrantes masivos. La idea es golpear el mismo lugar una y otra vez para excavar hacia abajo», afirma Jeffrey Lewis, director del Programa de No Proliferación en Asia Oriental del Centro James Martin de Estudios sobre la No Proliferación del Instituto Middlebury.
Las ubicaciones específicas de esos cráteres también importan, refiere Joseph Rodgers, subdirector y miembro del Proyecto sobre Cuestiones Nucleares del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. Aunque los túneles de entrada al complejo de Fordow no parecen haber sido atacados, las bombas estadounidenses cayeron en lo que probablemente sean pozos de ventilación, según las imágenes de satélite de las primeras construcciones del lugar.
«La razón por la que se querría atacar un conducto de ventilación es que es una ruta más directa a los componentes centrales de la instalación subterránea», describe Rodgers. Esa ruta directa es especialmente importante dada la profundidad a la que se construyó Fordow. El ejército estadounidense se basa en «básicamente un modelo informático» de la instalación, refiere Lewis, que les dice «cuánta presión podría soportar antes de dañar gravemente todo lo que hay dentro y, tal vez, incluso colapsar la instalación». Al bombardear zonas específicas con múltiples municiones, EE. UU. no necesitaba bombas capaces de penetrar los 260 pies completos para causar daños sustanciales.
DERECHOS DE AUTOR
Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://es.wired.com/articulos/antes-y-despues-del-bombardeo-las-imagenes-satelitales-del-ataque-estadounidense-a-iran