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Código Futuro: Chats eróticos, mentiras y hojas de cálculo

Hola, soy Anna Lagos, y esto es Código Futuro.

Esta semana, Sam Altman nos ha recordado que el futuro de la inteligencia artificial no solo se escribe con algoritmos, sino también con hojas de cálculo y proyecciones de ingresos. El CEO de OpenAI anunció que planea relajar las restricciones de ChatGPT para permitir, entre otras cosas, conversaciones eróticas con usuarios verificados. La justificación oficial es mejorar el «disfrute» del usuario, que se vio afectado por las estrictas medidas de seguridad iniciales. La justificación real, por supuesto, es competir con Grok de xAI y capturar una porción del gigantesco mercado de los AI companions.


Sam Altman prevé la disponibilidad de conversaciones más picantes a finales de año, pero solo si el usuario lo solicita y se verifica.


La decisión es un movimiento de ajedrez comercial de manual. Pero el diablo, como siempre, está en los detalles. Con 800 millones de usuarios semanales, el margen de error para implementar algo tan delicado es prácticamente inexistente. Y lo más importante: los riesgos de la dependencia emocional de compañeros de IA son un territorio completamente inexplorado.

A medida que estas empresas se vuelven más potentes y la presión por devolver el dinero a sus inversionistas aumenta, ¿veremos en la IA la misma erosión de valor que parece endémica en la tecnología que usamos hoy?

La inevitable «mierdificación» de todo

¿Podrá la IA escapar a la tendencia de las plataformas a convertirse en basura digital? El escritor y crítico tecnológico Cory Doctorow tiene un término para esto: enshittification (que podríamos traducir, sin rodeos, como «mierdificación»). Su teoría, que ya se ha ganado el título de «palabra del año» por la American Dialect Society, describe un ciclo tristemente familiar: las plataformas (piensa en Google, Facebook, Amazon) nacen para servir a sus usuarios; una vez que han aniquilado a la competencia, giran para exprimir a sus clientes comerciales; y finalmente, se exprimen a sí mismas para capturar todo el valor restante, volviéndose intencionadamente inútiles en el proceso.

NUEVA YORK, NUEVA YORK - 22 DE SEPTIEMBRE: Cory Doctorow habla en el escenario durante Unfinished Live en The Shed el 22 de septiembre de 2022 en la ciudad de Nueva York.

La teoría de la «enshittificación» de Cory Doctorow explica cómo las plataformas tecnológicas se pudren desde dentro. A medida que la IA se hace más rentable y poderosa, corre el riesgo de correr la misma suerte.

Doctorow acaba de publicar un libro sobre el tema (con un emoji de 💩 en la portada, por si quedaban dudas) y su argumento es más relevante que nunca. La IA generativa, con su promesa de ser «todo para todos», es el candidato perfecto para seguir este guion.

China entra en la ecuación con nivel plata

Mientras Occidente debate sobre la personalidad de sus chatbots, la competencia global se intensifica. InclusionAI, la iniciativa de AGI de Ant Group, ha presentado Ring-1T, un «modelo de pensamiento» de código abierto que ha alcanzado el nivel plata en la Olimpiada Internacional de Matemáticas.

Se sitúa justo por detrás de los modelos de Google y OpenAI, que ostentan el oro. Con 1 billón de parámetros y una ventana de contexto de 128K, Ring-1T está demostrando un razonamiento casi al nivel de los modelos más avanzados. Esto no solo difumina la línea entre la IA abierta y la cerrada, sino que es una señal inequívoca de que China está a un paso de producir un modelo capaz de competir por el primer puesto mundial. La carrera por la supremacía de la IA tiene un nuevo y poderoso jugador.

¿El fin del slop de IA?

Recuerdan la ola de contenido basura generado por IA que amenazaba con ahogar la web? Pues parece que la marea está bajando. Un estudio de Graphite revela algo fascinante: aunque los artículos escritos por IA superaron brevemente a los humanos a finales de 2024, el crecimiento se ha estancado. La web está ahora dividida, a grandes rasgos, en un 50/50.

¿La razón? Los investigadores apuntan a una simple verdad: el contenido generado masivamente por IA no posiciona tan bien en los motores de búsqueda. Parece que, por ahora, el valor, la credibilidad y (me atrevo a decir) el alma que aporta un autor humano siguen teniendo ventaja. La IA se perfila más como un colaborador que como un sustituto, al menos en la creación de contenido que de verdad importa.

Lo que estoy leyendo

Esta semana me sumergí en Ready? Go! El oscuro universo gamer (Debate), del físico Erik Huesca. Es una advertencia contundente. Huesca argumenta que la industria de los videojuegos, con un valor de 200 mil millones de dólares, no es solo entretenimiento: es una forma de colonialismo digital que reprograma nuestra manera de pensar. Mientras el sur global aporta talento y consume masivamente, es el norte quien captura las ganancias y dicta las reglas. Es imposible no trazar un paralelismo con el desarrollo actual de la IA, donde las dinámicas de poder y la extracción de valor siguen un patrón muy similar.

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El físico Erik Huesca advierte que la industria de 200 mil millones de dólares no es solo entretenimiento: es un colonialismo digital que reprograma nuestra forma de pensar mientras el sur global aporta talento y consume, pero el norte captura las ganancias.

Erik Huesca, físico de la UNAM y doctor en inteligencia artificial por Berkeley, acaba de publicar Ready? Go! El oscuro universo gamer (Debate), un libro que funciona como mapa y advertencia. «Oscuro no porque implique malo», aclara en entrevista con WIRED en Español, «sino porque hay que echar luz sobre muchas cosas que hoy no hemos echado como sociedad».

La dualidad de Sora y el escepticismo por defecto

Y hablando de poder, he estado pensando mucho en Sora, el generador de video de OpenAI. Como herramienta creativa, es revolucionaria. La capacidad de visualizar cualquier escenario, por absurdo que sea cambia las reglas del juego.

Pero el potencial para el daño es inseparable de su milagro. Sora no inventa la desinformación visual, pero la lleva a un nivel de verosimilitud aterrador. Nos empuja a un nuevo paradigma. Como dice Marlon Twyman, científico social de la USC Annenberg, «el escepticismo tiene que ser una disposición que sirva por defecto para muchos de nosotros a medida que navegamos en estos tiempos». La capacidad de dudar se ha convertido en nuestra herramienta de supervivencia más importante en la era de la IA generativa.

El Radar de Código Futuro

¿Menos es más? Un nuevo estudio del MIT sugiere que los modelos de IA gigantes podrían estar llegando a un punto de rendimientos decrecientes. Las mejoras en eficiencia podrían hacer que modelos más pequeños y modestos sean cada vez más capaces en la próxima década.

Ilustración abstracta

Los grandes acuerdos de infraestructuras de IA dan por sentado que los algoritmos seguirán mejorando con la escala. Puede que no sea así.

El chatbot de todos: Doubao, de ByteDance (la matriz de TikTok), es ya la IA más usada en China, superando a sus competidores gracias a una profunda integración con las redes sociales de la compañía.

Salesforce se alía con todos: La compañía se asoció con OpenAI para integrar sus aplicaciones en ChatGPT y también expandió su colaboración con Anthropic para hacer de Claude el modelo central de su plataforma Agentforce 360.

Walmart en tu chat: Ahora podrás comprar productos de Walmart directamente desde una conversación con ChatGPT gracias a la función de Instant Checkout.

DERECHOS DE AUTOR
Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://es.wired.com/articulos/codigo-futuro-chats-eroticos-mentiras-y-hojas-de-calculo

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