Esta app creada por jóvenes mormones busca ayudar a los hombres a dejar el porno

Jamie programaba meticulosamente sus días para encontrar tiempo a solas para ver porno y masturbarse, a menudo hasta cinco veces al día. Este ingeniero de Michigan de 32 años, que no quiso utilizar su nombre real por motivos de privacidad, empezó a ver porno a los 12 años, pero nunca se dio cuenta de que tenía un problema hasta que su padre murió hace tres años.

«No derramé ni una lágrima. No sabía cómo reaccionar, no sentía alegría ni tristeza, nada», comenta. Fue entonces cuando su consumo de pornografía se disparó, sumado al estrés, la ansiedad y la depresión, se encerró en su habitación «todo el día». Lo único que parecía palpable, recuerda, «era esa descarga de dopamina» que le producía una sesión intensiva de pornografía explícita. Pero para Jamie, que es cristiano, esos fugaces momentos de trascendencia impulsados ​​por contenido para adultos fueron seguidos por bajones mucho más profundos, incluyendo pensamientos suicidas.

En marzo pasado, Jamie comenta que su pareja se enojó con él por su consumo compulsivo de porno, acusándole de mentir y cometer adulterio. A Jamie «se le vino el mundo entero abajo». Admitió su adicción, le pidió perdón, volvió a vivir temporalmente con su madre y renunció al porno. Fue entonces cuando encontró Relay, una aplicación creada por un par de universitarios mormones que afirma que puede ayudar a la gente a recuperar el control sobre la pornografía, un día a la vez. Jamie le prometió a su pareja que nunca volvería a ver pornografía, y ella le dio una segunda oportunidad.

La app Relay

La aplicación ofrece un plan integral para dejar de ver pornografía, con videos de terapeutas, ejercicios diarios de escritura, sesiones grupales en vivo y una función para abordar impulsos intensos. Los usuarios incluso pueden llevar un registro de sus rachas sin pornografía con un contador de «Progreso en Vivo». Todo esto con el fin de ayudar a los clientes, que pagan 149 dólares al año por acceso completo, a comprender sus problemas subyacentes, como la soledad y el trauma, para prevenir recaídas. La aplicación se ha descargado más de 110,000 veces y, según datos de la empresa, el 89% de sus usuarios son hombres.

Este mes, Relay se ha asociado con la organización antiporno sin fines de lucro Fight the New Drug para el «Proyecto de noviembre», una nueva iniciativa para animar a la gente a abstenerse del porno, con 28,000 inscripciones hasta la fecha.

La magnitud del consumo de pornografía representa «una epidemia moderna», afirma Chandler Rogers, CEO de Relay. Este joven de 27 años, miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se animó a cofundar la aplicación en agosto de 2021 para ofrecer a sus compañeros de la Generación Z una vía para dejar de ver porno. La idea surgió a raíz de su propio vicio a los contenidos explícitos, descrita por él mismo como «una adicción de un año de duración». Rogers, que estudió en la Universidad Brigham Young de Utah, donde conoció a su cofundador y jefe de personal, afirma que intentó dejarlo «al menos 100 veces, y nunca pudo pasar más de una semana sin volver a la pornografía».

En junio de 2025, los cinco principales sitios web porno, Pornhub, XVideos, XNXX, XHamster y Chaturbate, atrajeron casi 2,200 millones de visitas solo en Estados Unidos, según la empresa de análisis de rendimiento de sitios web Semrush. Mientras tanto, cada vez más personas mantienen relaciones románticas con sus compañeros de IA, y ChatGPT permitirá el mes que viene sesiones de chat erótico. En un correo electrónico, el jefe de personal de Relay, Nels Schulzke, asevera que la empresa está «haciendo frente al anuncio erótico de Sam Altman». En octubre, Altman, CEO de OpenAI, que opera ChatGPT, anunció que su servicio permitía la erótica para «tratar a los usuarios adultos como adultos» y no actuar como «la policía moral elegida del mundo».