México confirma su primer caso de influenza A H3N2 subclado K, conocida como “supergripe”; autoridades descartan riesgo adicional

La Secretaría de Salud confirmó este viernes el primer caso en México de influenza A H3N2 subclado K, una variante del virus de la influenza estacional que ya circula a nivel internacional. De acuerdo con la autoridad sanitaria, el caso fue detectado y confirmado por el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) como parte de los mecanismos regulares de vigilancia epidemiológica del país.

“El Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) confirmó el primer caso de influenza virus A H3N2 subclado K en una persona”, informó la dependencia en una tarjeta informativa. Según el mismo documento, el paciente evolucionó favorablemente tras recibir atención médica estándar: “Este paciente respondió al tratamiento ambulatorio con medicación antiviral y se encuentra ya recuperado”.

La detección ocurre en pleno inicio de la temporada invernal, cuando históricamente se incrementan los contagios por virus respiratorios, incluida la influenza. Sin embargo, la Secretaría de Salud subrayó que el hallazgo no representa un cambio abrupto en el panorama epidemiológico del país.

El Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE) mantiene, según el comunicado, “un monitoreo y análisis permanente que permite la detección oportuna de cualquier eventual caso”, como parte de las estrategias preventivas de salud pública. Este sistema ha sido clave en la identificación temprana de variantes virales sin que ello implique, necesariamente, un aumento en la gravedad de la enfermedad.

¿Qué es la “supergripe”?

Las autoridades sanitarias insisten en que no hay evidencia que indique un riesgo mayor al de la influenza estacional habitual. El comunicado oficial se enfatiza que “esta variante presenta características similares a las de la influenza estacional que circula cada año; su manejo clínico es el mismo y la principal medida de prevención es la vacunación”.

El subclado K del virus H3N2 no implica una enfermedad más agresiva ni una letalidad superior a la conocida y “no representa un motivo de alarma para la población”. Desde el punto de vista clínico, los protocolos de diagnóstico, aislamiento y tratamiento antiviral continúan siendo los mismos que se han aplicado durante años para la influenza A.

El término “supergripe” no describe una nueva enfermedad ni una categoría científica reconocida. La identificación de subclados es una práctica rutinaria de la vigilancia virológica y no un indicador de emergencia sanitaria. “Supergripe” es una etiqueta mediática que suele aparecer cuando la temporada de influenza comienza antes de lo habitual o cuando los sistemas de salud enfrentan una presión inusual por el aumento de consultas y hospitalizaciones. Así lo explican epidemiólogos y modeladores de enfermedades infecciosas. Aunque la circulación del virus puede intensificarse en determinados momentos, la propagación y la gravedad suelen mantenerse dentro de los rangos esperados para una mala temporada de gripe.

Los virus de la influenza evolucionan de manera constante para evadir la inmunidad acumulada en la población, lo que obliga a actualizar la vacuna cada año. En algunos ciclos, estas mutaciones son más notorias y generan picos de contagio más visibles. El subtipo influenza A/H3N2, dominante en muchas temporadas recientes, circula desde finales de la década de 1960 y ha pasado por múltiples cambios similares a lo largo de su historia.

Qué hacer ante la influenza A H3N2

La Secretaría de Salud reiteró su llamado a la población a vacunarse durante la temporada invernal, en especial contra influenza, covid-19 y neumococo. “La Secretaría de Salud exhorta a la población a acudir a los centros de salud, unidades médicas y puestos de vacunación para aplicarse las vacunas correspondientes a la temporada invernal”, indica el comunicado.

Las vacunas, subraya la dependencia, “son efectivas para reducir riesgos, prevenir complicaciones e internamientos y proteger la salud”, especialmente en grupos vulnerables como niñas y niños, personas adultas mayores, mujeres embarazadas, personal de salud y personas con comorbilidades.

En caso de presentar síntomas compatibles con influenza, como fiebre, dolor muscular, tos, congestión nasal o malestar general, la recomendación es: “atenderse de forma temprana y, cuando sea necesario, recibir tratamiento antiviral estándar”. Además, se aconseja “usar cubrebocas y mantener medidas de aislamiento” para reducir la transmisión del virus.

La Secretaría de Salud mantiene una “vigilancia epidemiológica activa” y continuará informando “de manera oportuna, clara y transparente sobre cualquier actualización relevante”.