Meta trata de convencer a los inversionistas de su compromiso con la diversidad en medio de renuncia a los programas DEI

Trump ha criticado repetidamente las políticas y programas DEI, calificándolos de «sinsentido» y «discriminatorios». Tras su toma de posesión el 20 de enero, Trump se apresuró a poner fin a los programas de DEI en agencias en todo el gobierno federal. Mark Zuckerberg, CEO de Meta, ha tratado de aclimatar su relación con el presidente; Meta y Trump llegaron a un acuerdo para resolver una demanda que el mandatario interpuso por la suspensión temporal de su cuenta de usuario tras la insurrección del 6 de enero en el Capitolio.

Meta acordó pagar 25 millones de dólares, de los que la mayor parte se destinarán a la futura biblioteca presidencial de Trump, informó The Wall Street Journal. Dani Lever, portavoz de Meta, confirmó la información a WIRED. Los abogados de Trump no respondieron a la petición de comentarios. Zuckerberg no reconoció el acuerdo en la llamada de ganancias trimestrales de la compañía, pero sí aplaudió al presidente: «Ahora tenemos una administración estadounidense que está orgullosa de nuestras empresas líderes, prioriza la tecnología estadounidense ganadora y que defenderá nuestros valores e intereses en el extranjero. Soy optimista sobre el progreso y la innovación que esto puede desencadenar».

Según un exempleado, en el caso particular de Meta, los recortes de la DEI son moderados, ya que la empresa ha estado trabajando en su recorte durante algún tiempo: «Ha sido una muerte lenta y dolorosa». Tras el asesinato de George Floyd en 2020, la entonces directora de operaciones Sheryl Sandberg encabezó el aumento de los compromisos de la compañía con la diversidad, incluido el encargo de una auditoría interna de derechos civiles. En su informe de 2022, Meta señaló que había duplicado el número de mujeres y afrodescendientes en su plantilla de personal desde 2019 como parte de sus objetivos de diversidad.

Los recortes son cosa seria

Con el apoyo de Sandberg, añade el extrabajador de Meta, «había como una enorme descarga de energía para marcar la diferencia». Pero en julio de 2022, Sandberg anunció su salida de las operaciones diarias de la compañía. Por esas mismas fechas, la gigante tecnológica anunció que empezaría a identificar equipos a los que dejar marchar durante los próximos despidos generalizados, que tuvieron lugar varios meses después. Otra exempleada asegura que los recortes afectaron a unas 11,000 personas y fueron el primer golpe a los avances de Meta en materia de diversidad.

«Los directivos que formaban parte de estos equipos se vieron obligados a cambiar a otras funciones o a trasladarse a otros equipos que no eran DEI. Los equipos fueron disueltos», refiere el antiguo empleado. Alegan además que, tras los despidos, Meta dejó de celebrar reuniones trimestrales de dirección para debatir los avances en los objetivos de DEI.

WIRED preguntó a Clayton sobre dichas acusaciones, refutó que los despidos afectaron a empleados de toda la empresa. Los defensores de la diversidad sostienen que invertir en programas de DEI ayuda a las empresas a obtener mejores resultados económicos. Algunas empresas, como Microsoft, no han anunciado cambios recientes en los programas de DEI ni han modificado las secciones relacionadas en sus informes a la SEC. Por su parte, Netflix, una de las primeras grandes empresas tecnológicas, publicó su informe de resultados del cuarto trimestre, el cual señala un mayor refuerzo a su sección sobre diversidad. La empresa expresa que no solo forma a sus reclutadores, sino también a «los líderes de nuestra gente» en la contratación más inclusiva.

El gigante del streaming sigue afirmando que la diversidad en el lugar de trabajo es importante para atraer abonados. «Queremos que más personas y culturas se vean reflejadas en la pantalla, por lo que es importante que nuestra base de empleados sea diversa y represente a las comunidades a las que servimos», explicó Netflix en su presentación a la SEC. La compañía, que emplea a unas 14,000 personas, declinó hacer más comentarios.

Artículo originalmente publicado en WIRED. Adaptado por Alondra Flores.